La figura del crupier es
indispensable para entender cómo funciona el póker. Su presencia no es
exclusiva de este juego, pero sí es donde goza de más popularidad.
Aunque es uno de los pilares más
importantes del póker y casi todo el mundo lo identifica a las primeras de
cambio, uno no se da cuenta de la dimensión que tiene y lo importante
que es un crupier hasta que no se ve inmerso en una partida de póker.
Si quieres saber más acerca de la
figura del crupier, cuál es su formación y cuál es el calibre de las
retribuciones que obtiene por sus servicios, sigue leyendo: te vamos a contar
todo acerca de este profesional del póker y de la importancia que tiene.
Aunque casi todo el mundo piensa
que el trabajo de un crupier es el de repartir cartas, la verdad es que su
labor va mucho más allá. Es quien dirige el juego y controla todas las
fases del mismo.
Es él quien da la bienvenida a
los jugadores, sobre quien recae la responsabilidad de mantener en todo
momento un buen trato de cara a los participantes de la mesa y quien
garantiza el cumplimiento de todas las normas de actuación y exposición del
casino, supervisando, además, la aplicación de las reglas del juego.
Probablemente ahora te hagas una
idea de lo importante que es un crupier en una partida de póker. No es
solamente quien reparte las cartas, sino quien garantiza que todos los
jugadores cumplen con las normas y quien se encarga de mantener un trato
cercano y directo con todos los participantes de la mesa.
A pesar de la aparente sencillez,
dirigir una partida de póker puede llegar a ser algo extremadamente complejo
debido a la enormidad de las apuestas y la variedad con la que cada jugador
puede hacer su elección. Es su labor garantizar que todos los jugadores hacen apuestas
correctas y que se mantiene una coherencia durante la partida, por lo que
es fundamental conocer dónde están los límites y qué prácticas están vetadas
durante las partidas.
Para eso, es imprescindible
formarse y disponer del suficiente bagaje teórico como para poder
dominar todos estos aspectos. Pero, ¿qué hay que hacer para ser crupier
exactamente?
Para ser crupier hay que cumplir
dos requisitos básicos: apuntarse a un curso especializado específico
para esta salida profesional (de los cuales hay muy pocos en España, aunque sí
es posible formarse), y presentar una serie de aptitudes mentales que
garanticen un correcto desempeño en supuestos prácticos.
Conviene saber que la formación
de un crupier es continua, ya que se necesita mantener la mente entrenada,
perpetuando su agilidad y su carácter multitarea para poder analizar
varios frentes de manera simultánea en la mesa durante el juego.
Pero también porque se debe tener
la seguridad de que siempre se está a la última en lo que a normativa se
refiere, ya que es responsabilidad del crupier velar por el cumplimiento de
todas las normas durante la partida, y estas pueden verse modificadas o
ajustadas.
Además de estudiar y de tener un
interés nato en cuestiones relativas al juego y a la normativa que lo regula,
es fundamental disponer de una serie de habilidades mentales para poder
ser un buen crupier.
Un crupier debe ser, ante todo,
un buen comunicador. No por el trato de cara al jugador, que también, sino
porque debe mantener la acción en todo momento.
Una mesa inactiva es una mesa
sin rendimiento, algo que va contra la naturaleza del casino. Por eso, el
sueldo de un crupier, en España y en la mayoría de casinos, contempla pluses
por rendimiento de las mesas.
También debe disponer de una gran
agilidad mental. Debe saber pensar, de forma ágil y 100% analítica, las
soluciones a cada movimiento que se plantea en la mesa para garantizar que las
apuestas se llevan a cabo conforme a la normativa. El juego debe ser dinámico y
las apuestas justas, de lo que se encarga precisamente de corroborar el
crupier.
Pero no es hasta que aparece un
conflicto en la mesa cuando uno tiene constancia de lo importante que es un
crupier en la mesa. De hecho, todos los problemas derivados del juego que se
produzcan en la mesa deben ser resueltos por él, que tiene la última palabra
para dar la mejor solución posible al conflicto.
Aunque la mayor parte de los
requisitos son mentales, un crupier debe acreditar un buen estado de forma
físico. No hay que olvidar que el trabajo de un crupier es también muy
exigente desde el punto de vista físico, ya que la mayor parte del tiempo
un crupier debe estar de pie y llevar a cabo una serie de movimientos idénticos
de forma mecánica durante toda su jornada laboral.
Por tanto, lo que hay que hacer
para ser crupier no es solo entrenar la mente para mantener la agilidad mental
y la capacidad resolutiva, sino también el cuerpo para poder alcanzar un
grado de resistencia elevado que permita al crupier desempeñar su trabajo
con normalidad en la mesa.
Los idiomas también son
importantes, así como la buena presencia. Un crupier es un profesional, una
tarjeta de presentación que debe atraer al jugador y acogerle en su
mesa, por lo que su aspecto debe ser impecable.
Aunque el sueldo de un crupier en
España no es especialmente alto, los pluses y ciertos complementos
salariales sí pueden permitir al crupier disponer de una nómina cómoda para
poder invertir parte de ese dinero en actividades o servicios que tengan una
utilidad profesional.
Pero, ¿sucede lo mismo fuera de
nuestras fronteras? ¿Cuánto gana un crupier en Las Vegas o en Mónaco? Como en
otros sectores, depende del poder adquisitivo del sector empresarial y
laboral del país y de la relevancia que tenga el juego en la economía nacional.
Fijémonos, por ejemplo, en el
caso de Las Vegas. Es una ciudad que no se concibe sin el póker y otros
juegos, y muchos incluso consideran esta ciudad como el casino del mundo. Eso
es importante tenerlo en cuenta, porque influye en la remuneración del crupier
en función no solo de su rendimiento, sino de la consideración que tenga su
trabajo.
En Las Vegas, ser crupier es tan
necesario como glamuroso, pero es casi una labor de primera necesidad para
mantener en funcionamiento los casinos y las mesas de juego. Pero, ¿cuánto gana
un crupier en Las Vegas, exactamente?
Sin ser estratosféricos, se
estima que los sueldos oscilan de media entre los 15.000 y los 17.000 dólares
anuales, una cifra que no dista mucho del sueldo medio de un crupier en
España, que se encuentra en una horquilla de entre 13.000 y 15.000 euros al
año.
En otras ciudades del mundo la
retribución es más alta por el coste de vida del propio país. En algunos
países de Oriente Medio o del norte de Europa, los sueldos están muy por encima
de las horquillas mencionadas porque el nivel de vida es más alto, lo que
afecta a los salarios del sector.
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