La sombra de los chivatazos en
las apuestas deportivas siempre está presente. Al igual que en otros deportes
siempre existe un riesgo de sufrir alteraciones intencionadas, las cuales están
(y deben ser) perseguidas para impedir que la naturaleza competitiva y
equitativa del deporte desaparezca, en las apuestas son bien conocidos los
chivatazos, que pueden permitir que un usuario reciba información antes de
realizar su pronóstico y se coloque en una posición preferente de manera
injusta para llevarse el premio.
Pero, ¿qué entendemos por un
chivatazo? ¿Qué relación guardan con los conocidos “tipsters”? ¿Es legal esta
figura? ¿Qué debería saber un recién llegado a las apuestas acerca de los
chivatazos para no meterse en líos?
Entendemos por chivatazo el paso
de información privilegiada para usarla a nuestro favor a la hora de realizar
una apuesta. Si bien es imposible reducir la presencia de estos chivatazos,
dado que el intercambio de información es habitual incluso entre usuarios que
deciden disfrutar de las apuestas con amigos o conocidos, sí que hay que tener
en cuenta cuál es la fuente de la que procede ese chivatazo.
Los chivatazos en apuestas
deportivas siempre se han de coger con pinzas. No ya por desconfiar de su
procedencia, sino porque la información no deja de ser una predicción y,
como tal, no puede ser fiable al cien por cien. Si bien casi siempre es
interesante tener esos datos en cuenta a la hora de realizar nuestros
pronósticos, tampoco debemos subestimar nuestros conocimientos acerca del
deporte en el que queramos apostar si queremos tener alguna posibilidad.
En la divulgación de estos
chivatazos tienen mucho que ver los tipsters. El tipster en apuestas deportivas
es una figura que se encarga de proporcionar información a los usuarios.
Evidentemente, los tipsters son expertos en un deporte específico, trabajan
mercados concretos y el usuario debe saber en qué nicho es experto cada tipster
antes de utilizar su información para realizar su apuesta.
Y, además, no todos los tipsters
cuentan con el mismo grado de especialización. Si a eso sumamos el hecho
de que las previsiones son simplemente una suposición, hay que usar los datos
que hemos obtenido de los tipsters con pinzas: a modo orientativo pueden ser
muy útiles, pero sus predicciones no son un mantra.
Para garantizar que todos los
usuarios pueden tener a su alcance la información de estos tipsters
independientemente de en qué casa de apuestas hagan sus pronósticos, al formar
parte de la comunidad de cada casa es habitual encontrar anuncios de
profesionales que aseguran saberlo todo para que aciertes con tus apuestas. El sentido
común debe primar aquí siempre, dado que un buen tipster siempre dará sus
consejos para que aciertes con tu apuesta y te proporcionará sus conocimientos,
nada más.
Poner a disposición de los demás
tus conocimientos sobre un determinado deporte para que los demás acierten en
sus pronósticos en la casa de apuestas que elijan es legítimo, y su
figura está reconocida por las casas de apuestas. Pero, como en todas partes,
siempre hay tipsters que intentan destacar por encima del resto para que sean
sus consejos los que se tienen en cuenta.
Aquí el usuario ha de ser cauto y
no dejarse llevar por las palabras del primer tipster que encuentre. Siempre se
ha de comprobar en qué clase de eventos y mercados es especialista el tipster,
tener en cuenta que no use ambigüedades para cubrirse las espaldas en caso de
que pierdas tu apuesta y que diga las cosas claras, con datos específicos
y corroborables.
A pesar de que muchos afirman ser
expertos, no todos son especialistas en lo que dicen. Hay que saber elegir a
nuestro tipster de referencia, y una buena forma de hacerlo es preguntarle
aspectos específicos del deporte en el que queremos apostar antes de dejarnos
aconsejar por él. En nuestra mano está el tomar o dejar los datos que nos
proporcione el tipster, pero siempre hay que tener en cuenta que, por muy
experto que sea un tipster y por muchos filtros que pase, sus predicciones
tienen margen de error.
Por tanto, aunque la figura del
tipster es legal y las casas de apuestas cuentan con sus propios tipsters
para poner la experiencia y el bagaje de estos especialistas al servicio del
resto de usuarios, hay que tener claro que toda la información que nos den debe
ser usada como orientación, nada más.
Evidentemente, los chivatazos en
las apuestas deportivas entrañan un peligro, sobre todo si se toman al pie de la
letra. A continuación, te dejamos una pequeña lista con algunos de los riesgos
que entrañan los chivatazos en las apuestas:
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