Una partida de póker de Texas
Hold’em, así como sus reglas, se basa en el reparto de 52 cartas de una baraja
estándar. Las partidas se disputan con un número variable de jugadores. Los
grandes torneos pueden dar cabida a más de un centenar de ellos, pero lo
habitual es que sean entre dos y diez los que estén dispuestos alrededor de
una mesa para jugar, no más.
En los instantes previos de cada
mano, un jugador es designado como el repartidor, e identificado con un
marcador al que vulgarmente se le conoce como “botón”. En realidad, este
jugador no reparte las cartas (lo hace el auténtico croupier en las mesas
físicas y el sistema de manera automática en el póker online), pero esta
designación sirve para determinar qué dos jugadores deben afrontar las apuestas
obligadas (las ciegas), que dan lugar al inicio de la acción y de la
partida.
Las ciegas se ubican a la
izquierda del botón del repartidor, y deben aportar las debidas apuestas
obligadas. Estas apuestas reciben el nombre de “ciegas” porque se colocan
antes de que el jugador vea sus cartas. La persona sentada inmediatamente a
la izquierda del repartidor es la ciega pequeña, y la ciega grande es el que
está inmediatamente después.
Ahora que ya conocemos las reglas
básicas del póker en cuanto al Texas Hold’em en lo que se refiere a las
apuestas obligadas y la designación del repartidos y las ciegas, vamos a hablar
de las dinámicas básicas.
Al fin de cada mano, el botón del
repartidor se mueve en el sentido de las agujas del reloj. Es decir, que las
reglas de un torneo de póker Texas Hold’em, así como de cualquier partida que
se tome las normas en serio, establece que el botón y las ciegas van rotando
conforme avanza la partida.
Después de que las ciegas hayan
sido aportadas, todos los jugadores reciben dos cartas boca abajo. Se trata
de las hole cards, intransferibles y que solo pueden ser usadas por su
respectivo jugador. En los últimos compases de la mano, es posible que se
hayan repartido cinco cartas más comunitarias (estas son las que se disponen
boca arriba en el centro de la mesa, disponibles para todos los jugadores con
el fin de obtener la mejor mano).
Una de las más básicas reglas de
juego de póker en el Texas Hold’em es que las tres primeras cartas comunitarias
se exponen juntas. A esto se le conoce como “flop”. La cuarta carta que se
añade es conocida como el “turn” y se reparte individualmente, y luego una
quinta carta comunitaria se añade en lo que se conoce como “river”. En cada
ocasión que se reparten cartas queda al descubierto una ronda de apuestas.
El objetivo de toda partida de
póker, y en especial en el Texas Hold’em según sus reglas, es clara: obtener
la mejor mano con las siete cartas disponibles (dos del “hole” y cinco de
las comunitarias). El jugador que obtenga la mejor mano, gana.
Llegados a este punto cabe
mencionar que no todas las manos de póker se juegan hasta el final, aunque lo
normal, en función también del número de jugadores, es que así sea. En caso de
que una mano de póker se juegue hasta el final, se producirán cuatro rondas de
apuestas en las cuales los jugadores pueden comprometer sus fichas, tal y como
establecen las reglas más básicas de póker para el Texas Hold’em. Eso en caso
de ver la mano, porque cualquier jugador puede tirar sus cartas y abandonar
la mano en cualquier momento.
Obviamente, antes de que el resto
de jugadores descartados vean más cartas y dé comienzo la siguiente ronda de
apuestas, la mano debe concluir satisfactoriamente. Así está estipulado
para la variante Texas Hold’em sus reglas más básicas.
Antes de explicar cómo jugar al
póker (el Texas Hold’em tiene alguna regla que no comparte con el resto de
variantes) según esta modalidad, vamos a explicar brevemente en qué fases se
divide una partida de póker de Texas Hold’em según sus reglas:
Uno de los primeros capítulos de
las reglas del juego de póker para Texas Hold’em es el pre-flop, cuando los
jugadores apuestan únicamente según la fuerza de sus dos cartas individuales. Aquí
se pueden destapar los jugadores más inexpertos, porque una apuesta
impetuosa al alza revelará que tiene dos cartas iniciales potentes.
Todo jugador tiene tres
opciones a la hora de hablar durante el pre-flop: hacer fold (retirarse),
hacer call (pagar) o hacer raise (subir la apuesta). Un fold se hace cuando no
quieres jugar la mano. Esto quita el derecho sobre el dinero que hayas incluido
al bote, incluso si pagaste una de las ciegas.
Hacer call supone pagar la
apuesta, es decir, que quieres seguir jugando, mientras que hacer raise
implica aumentar el tamaño de la apuesta inicial y puedes hacerlo tú mismo si
nadie antes de ti ha hecho un raise.
Ten en cuenta que las reglas
básicas de póker en el Texas Hold’em establece que, si eres la ciega grande
y ningún otro jugador ha hecho raise antes, puedes hacer check (pasar), no
comprometiendo más fichas.
En una partida de Texas Hold’em,
las reglas básicas establecen que tres cartas comunitarias son dispuestas en el
centro de la mesa boca arriba cuando la primera ronda de apuestas finaliza. A
esto se le conoce como flop, y se empieza a hablar como de costumbre: con el
primer jugador situado a la izquierda del croupier.
En caso de que nadie haya
apostado, como en el pre-flop, es posible pasar para trasladar la acción al
próximo jugador sin poner en riesgo las fichas. Si ya se han realizado
apuestas, solo tienes tres opciones: igualar la apuesta, subirla o retirarte.
Con las apuestas del pre-flop y
el flop finalizadas, llega la tercera ronda de apuestas: el turn. A partir de
este momento, para continuar con las rondas de apuestas es necesario que al
menos dos jugadores todavía tengan cartas. De ser así, las reglas básicas de
póker para el Texas Hold’em establecen que se puede disponer de una cuarta
carta comunitaria. Se empieza a apostar, nuevamente, por el jugador sentado
a la izquierda del croupier.
Si dos o más jugadores siguen
teniendo cartas en el momento la anterior ronda de apuestas ha
finalizado, el croupier repartirá la quinta y última carta comunitaria: el
river.
A partir de aquí, y según se ha
jugado siempre al Texas Hold’em según sus reglas básicas, dará comienzo la
última ronda de apuestas y se decidirá todo en el enfrentamiento final.
Es el momento culminante de la
mano. Las reglas de un torneo de póker dicen que, en el Texas Hold’em, cuando
la última ronda de apuestas ha concluido, los jugadores que quedan con
cartas deben mostrarlas y formar la mejor mano contando con las dos hole
cards y con las cinco comunitarias.
A partir de aquí, hay pocas
lagunas en lo referente a la normativa: el jugador que consiga formar la mejor
mano, gana el bote.
Aquí hay que tener en cuenta la
escala de manos y la jerarquía que siguen las diferentes combinaciones, ya que este
orden lo es todo. Saber qué lugar ocupa cada una es una de las reglas
básicas en el póker, sobre todo en Texas Hold’em. Esto te permitirá leer mejor
las partidas y establecer objetivos plausibles.
Las reglas son las mismas en un torneo de póker de Texas Hold’em, aunque muchas veces la gran cantidad de jugadores que acogen estas competiciones pueden incluir leves cambios para dinamizar las partidas. Pero las bases son las mismas, y si sabes cómo jugar al póker (en el Texas Hold’em la regla básica de jerarquía de manos se mantiene en torneos y competiciones de bajo nivel), lo demás será ir escalando puestos en función de tu experiencia.
Guía básica de Texas Hold'Em P1: Texas Hold'em, su historia
Guía básica de Texas Hold’em P3: Clasificación de manos Texas Hold’em
Guía básica de Texas Hold'em P4: Estrategias para Texas Hold'em
Guía básica de Texas Hold'Em P5: Cómo jugar desde el dealer en Póker Texas Hold’em
Guía básica de Texas Hold'Em P6: Errores más comunes que cometes jugando a Texas Hold'em
Guía básica de Texas Hold'Em P7: Mejores torneos de Texas Hold’Em
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