Dentro de toda la terminología
propia del póker, existen conceptos que o bien han sido heredados de otros
sectores, o bien han sido inventados dentro del propio mundillo del póker para
hacer referencia a alguna jugada que necesitaba ser acuñada y que no disponía
de nombre al uso para definirla.
El leverage pertenece al primer
grupo, y es que es un concepto muy asociado a operaciones financieras,
que hace referencia al uso de deuda para financiar una operación que necesita
una inyección de capital.
El uso de deuda para aportar
liquidez lleva por nombre apalancamiento, y ha sido trasladado al póker para
definir no exactamente el empleo de deuda para jugar, sino el papel que
pueden tener las fichas y la probabilidad que puede existir de que acaben
formando parte del bote.
Veámoslo con más detenimiento.
Si bien el concepto de
apalancamiento tiene significados diferentes en los distintos sectores en los
que está presente, en póker el leverage tiene un significado específico: se
refiere al efecto que tiene en el juego las fichas que no están en el bote,
pero que tienen posibilidades de estarlo.
Por ejemplo, situémonos en un MTT
eliminatorio de Texas Hold’em. Aquí, si dos jugadores con stacks
importantes estuvieran en una mano que los acaba empujando a comprometer la mitad
de sus fichas, y el que tiene menos stack ha tenido un flop peliagudo que le
llevará a apostar casi todas las fichas en el turn y el river, podemos decir
que esas fichas restantes ejercen una fuerza de apalancamiento.
¿Por qué? Porque esas fichas aún
no forman parte del bote, pero es posible que lo hagan dado que el juego está empujando
al jugador que tiene menos fichas a apostar postflop. Este jugador podría
ir hacia adelante, pero con un all-in se juega la continuidad. Puede foldear,
pero eso significa olvidar la mitad de sus fichas.
Dicho de otro modo: la teoría
leverage establece que las apuestas que hacemos representan la potencia que
ejercemos en la jugada, y las reacciones rivales son la resistencia que
ejercen para contener esas apuestas. Es la teoría de la palanca o teoría
leverage.
Hay formas de aprovecharse de lo
que el apalancamiento en póker ofrece. Por ejemplo, en los enfrentamientos
entre jugadores con stacks grandes, donde son habituales los raises y las 3-bet
o 4-bet postflop. Las apuestas en ese contexto son susceptibles de
generar un importante apalancamiento hacia el rival, forzándole a ir all-in
o a foldear y decir adiós a un bote muy, muy atractivo.
La teoría leverage también nos
dice que es aplicando presión a las manos medias donde podemos extraer una
importante ventaja del apalancamiento. En estas situaciones, lo que se busca es
propiciar que el rival empiece a errar en su toma de decisiones y que
tome el camino que no es a causa de la presión. Bajo alta presión, es fácil que
la mente juegue malas pasadas, haciendo imposible la toma de una buena lectura
durante el juego.
La burbuja también se puede
aprovechar. Cuando la bubble esté próxima y los jugadores vayan algo justos de
stack, podemos forzarles a cometer un error poniendo presión sobre ellos.
Estos jugadores intentarán preservar su stack y jugar solamente lo
imprescindible.
Podemos aprovechar eso para
empujarles a jugar, hacer que su stack se vea más pillado y hacerles que no
atinen en sus movimientos. Aunque los jugadores con stacks pequeños pueden ser
peligrosos por su tendencia a ir all-in e intentar doblar, es asumir
demasiado riesgo para quien no tiene más fichas con las que jugar.
Si quieres ir a por algo más
conservador, siempre puedes fijar tu objetivo en los jugadores con stacks
medios, perfectos para exprimirlos y hacer que la presión del apalancamiento
se note sobre ellos.
Un punto importante sobre el
apalancamiento: a mayor incremento de leverage, más riesgos se asumen. Esa
presión no se ejerce a cambio de nada, y podemos vernos en una situación
comprometida si no hemos tenido en cuenta nuestras fichas. Puede ocurrir que
ejerzamos presión a stacks medios y, de repente, nos demos cuenta de que no
tenemos fichas suficientes como para poder cubrir las posibles pérdidas que
puede generar el exceso de presión a un rival.
Eso deja una moraleja importante:
la teoría leverage es arriesgada, puede reportar beneficios pero es un arma de
doble filo que hay que saber manejar. Aunque sea importante fijarnos en los
stacks ajenos para determinar nuestros enemigos a la hora de aprovechar la
fuerza del apalancamiento, si no tenemos cuidado podemos ser presa de
nuestro propio stack, sobre todo si no podemos cubrir pérdidas.
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