Cada vez hay más aficionados al póker
que deciden iniciarse en el póker Omaha, y por eso vamos a hacer un recorrido
por los aspectos clave de las manos iniciales en esta modalidad. Nos
vamos a centrar en el Omaha High, todos
sus conceptos básicos y haremos un breve repaso por algunas diferencias con las
manos del Texas Hold’em.
Lo primero que has de saber es que en
el Omaha Poker determinar la fuerza de las manos iniciales es esencial
para definir nuestra estrategia de cara al futuro. Y por futuro nos referimos a
instantes posteriores de la ronda. Es decir, un mal paso al principio va a
comprometer tu partida.
Si tuviéramos que hacer un ranking con
las 30 mejores manos iniciales del póker Omaha, serían las siguientes. Y
ten en cuenta que las representaciones del 10 suelen aparecer en T si decides
formarte por tu cuenta y ampliar tu información con libros de jugadores
profesionales del póker Omaha High.
Leyenda:
10: la carta con el número 10. En otras
fuentes puede aparecer representada por una T.
X: carta indefinida.
*: mano que no es double suited.
Ten en cuenta que los palos de las
cartas son orientativos y que no definen la fortaleza de la mano,
pudiendo ser intercambiables entre sí.
Estos tres elementos tienen un papel
crucial en la estrategia del Omaha póker. El dangler es un término que
hace referencia a las cartas colgadas. Por norma general, el dangler es una
carta de bajo valor que no ha podido ser usada en ninguna mano. Si no ayuda a
la mano de cuatro cartas, se queda fuera y por eso recibe ese nombre.
Por ejemplo, si tenemos Aª K♦ Qª 4♣, veremos
que no todas las cartas trabajan igual. Aª K♦ Qª sí pueden ayudarnos a ligar una
escalera, pero el 4♣
no
entra en esos planes. El 4♣
sería
el dangler, en este caso.
Una mano con un dangler se puede
foldear muy fácilmente. Esto es porque se trata de manos que no tienen
cartas coordinadas, como en el ejemplo que hemos usado. No obstante, sí se les
puede sacar partido en posiciones tardías para robar las ciegas.
Los bloqueadores son, por su parte,
cartas que no tienen opciones de formar parte de una buena jugada, como los
danglers. La diferencia está en que el dangler se descarta por no encajar
dentro de nuestros planes de formar nuestra mano, y el blocker se queda
fuera para evitar que debilite nuestra mano preflop.
Para un jugador novato, detectar una
carta bloqueante puede ser difícil en según qué manos. Por ejemplo, hay
combinaciones en las que un trío entra muy bien por los ojos y nos olvidamos de
que una de esas cartas que está formando el trío nos está reduciendo las
opciones que nos da el mazo. Eso suele venirnos mal, y una mano potente en
el Texas Hold’em puede ser una mano nefasta en el póker Omaha.
Por ejemplo: tenemos K♥ K♣
8♦
5ª. Perfecto, es una buena mano preflop.
Nos abre un mundo de posibilidades porque no tiene bloqueadores. Podemos ligar
tríos, fulls…
Cambiemos ahora la mano por K♥ K♣
Kª 5ª. Un trío de reyes no está nada mal…
¿verdad? ¡Error! En verdad, es una mano terrible para nosotros porque uno de
los reyes nos está reduciendo ese abanico de posibilidades de ligar manos
fuertes que sí teníamos con la pareja de reyes. Ahí sí tenemos un bloqueador en
la que es, en teoría, una buena mano. Pero nada más lejos de la realidad, como
ves.
En cuanto a los rundowns, en
español se les conoce como reducciones y es un término usado para definir a cuatro
cartas en orden secuencial que se han obtenido sin saltos. Para ser
consideradas rundown deben ser del mismo palo, y en el Omaha tienen un enorme
potencial si no son cartas dobladas.
No es la primera vez que hablamos de
las diferencias con el Texas Hold’em, pero nunca está de más recordar algunas.
Principalmente, porque si vienes de jugar bien en la variante tejana hay
aspectos con los que tendrás que familiarizarte jugando al Omaha póker. La identificación
de cartas bloqueantes en una teórica buena mano es solo uno de esos
aspectos.
Por ejemplo, al repartirnos cuatro
cartas en vez de dos, habrá combinaciones que no sean siempre tan buenas como
en un principio puede parecer. Por ejemplo, retener una pareja de reyes
implica correr algunos riesgos, y una pareja de ases tampoco es que sea una
opción excelente.
De hecho, por lo general, en el
Omaha póker hay que tener cuidado con las parejas. Pueden comprometer la
mano a la que aspiremos, y los tríos, como en el caso que hemos visto antes,
nos pueden dejar en una mala posición, incluso con las cartas más altas.
Como apunte, ten en cuenta que en
el PLO existen más de 16.000 manos iniciales. Memorizarlas es imposible,
así que, en esta variante, la experiencia y la capacidad de adaptación son un
plus muy importante para saber cuándo te has colocado en buena posición
preflop.
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