Método de Kelly en apuestas deportivas: ¿en qué consiste?

El método de Kelly es una estrategia mediante la cual es posible calcular la apuesta óptima en función de cuál sea la cuota de la apuesta, así como su pronóstico. Es una herramienta muy usada para extraer el rendimiento ideal a una apuesta, dado que apostar más supone correr riesgos innecesarios, y apostar menos sería desaprovechar el rendimiento de la jugada.

Qué es el método de Kelly

Se conoce por este nombre a una estrategia basada en matemáticas que permite calcular el rendimiento idóneo de una apuesta. Conocido también como el “criterio Kelly” (del inglés, “Kelly Criterion”), es un enfoque que toma su base en fórmulas que solo se emplearon para apostar e invertir con el tiempo.

Para cada apuesta que se hace, asignamos unos fondos de nuestra cartera. Esa cantidad es un porcentaje pequeño del total de nuestros fondos. Lo que hace este método es utilizar las matemáticas para establecer una relación entre el pronóstico y la cuota para determinar qué porcentaje de nuestros fondos debemos apostar para alcanzar el equilibrio perfecto entre riesgo y rentabilidad.

En origen, el método de Kelly fue creado en 1956 por John Kelly para analizar el ruido de las señales telefónicas de larga distancia. Aunque exitosa en este sector, con el tiempo esa misma fórmula se ha utilizado en la industria del juego con éxito, por lo que ya es una herramienta consolidada en el mundo de las apuestas.

Cómo calcular el valor de las apuestas con este método

Para calcular el valor de una apuesta con el método de Kelly solo debemos conocer dos datos: la cuota de la casa de apuestas (que representamos con una C) y la probabilidad de que se cumpla el pronóstico, dato asignado a la P. Es importante que el dato de la probabilidad sea exacto para obtener un resultado preciso.

Así, la fórmula que se emplea para aplicar el método de Kelly es la siguiente:

% = (P x C – 1) / (C – 1)

Es decir: multiplicando el valor de la cuota por el de la probabilidad de que se cumpla el pronóstico y restando a ese valor 1, y cogiendo ese valor total y dividiéndolo por el resultado de restar la cuota de la apuesta menos uno, obtenemos qué porcentaje de nuestros fondos es el ideal apostar para no asumir más riesgos de los necesarios, sin comprometer la rentabilidad y el potencial de la apuesta.

Pero el método de Kelly, aunque preciso, no debe seguirse ciegamente. Hay una serie de pautas que es recomendable llevar a cabo para que nuestras apuestas se encuentren en un equilibrio perfecto entre potencial y riesgo.

Por ejemplo, limitar la cantidad máxima de cada apuesta nos permitirá evitar perder grandes cantidades de dinero. Por tanto, reducir las apuestas máximas es casi obligatorio.

También hay que tener en cuenta que una de las bazas del método de Kelly es que es una estrategia válida a largo plazo. Es decir, aunque en una apuesta creas (con algo de razón) que puedes apostar más de lo que te marca el método de Kelly, en realidad no deberías hacerlo. Por tanto, la disciplina es importante y no es aconsejable apostar un porcentaje mayor que el obtenido tras utilizar la fórmula.

Pero hay que tener en cuenta que este método solo tiene sentido si se puede pronosticar el resultado de un evento con una precisión incluso mayor que la de las casas de apuestas. Se debe conocer el porcentaje exacto de probabilidades de éxito, ya que este sistema no aporta resultados de valor al intentar determinar resultados en encuentros o buenas cuotas.

No es fiable usarlo en apuestas sobre varios encuentros a la vez. El método puede provocar que los usuarios incurran en perdidas elevadas si estos no usan un criterio conservador al usarlo, por eso para aprovecharlo al máximo, hay que ser un apostador con mucha experiencia, pero para alguien con poca experiencia es algo fuera de su alcance e incluso temerario.

En resumen: el método de Kelly es una herramienta mucho más útil para apostadores experimentados. Los no experimentados pueden usar el truco de probar a controlar el método con apuestas no muy elevadas o limitadas y ver si sus cálculos son adecuados, antes de escalar el uso del método.

En esencia, el método de Kelly es una forma de ayudar a gestionar el dinero. Una herramienta que permite evitar pasarse de rosca y apostar de más en una apuesta con poco recorrido y que ayuda a hacer jugadas precisas. Pero, a la vez, es una herramienta diseñada para poder aprovechar todo el potencial de las apuestas, evitando perder ese cúmulo de pequeños porcentajes que se traduce en una cantidad de dinero importante y que, a la larga, se puede echar en falta.

Teniendo en cuenta que el método de Kelly es una herramienta usada sobre todo por apostadores con experiencia, se usa más para intentar alcanzar el 100% de rendimiento económico de la apuesta que como comodín para principiantes para que no apuesten de más en una apuesta con trampa.

Desventajas del método de Kelly aplicado en apuestas deportivas

Aunque extremadamente eficaz, hay dos hándicaps asociados al uso del método de Kelly que hay que conocer. El primero es el que hemos comentado antes: es necesario tener experiencia para calcular con precisión las probabilidades reales de una apuesta. Si no se usan datos precisos, el resultado tendrá un margen de error demasiado alto como para poder tomarlo en serio.

Por otro lado, el método de Kelly puede llegar a ser demasiado agresivo, lo que puede hacer que cualquier apostador llegue a apostar un porcentaje demasiado alto de su cartera en una apuesta. Por eso, es muy recomendable reducir las apuestas máximas si utilizamos este método, un consejo que hemos dado al principio y que supone el mejor salvavidas. Aunque sea muy eficaz, si el resultado de utilizar el método de Kelly arroja porcentajes demasiado altos, deberemos “capar” el resultado y aplicar solamente entre el 50% y 60% del porcentaje total obtenido.