Uno de los conceptos que más trae
de cabeza a jugadores de póker novatos y expertos es la varianza. Pero, ¿qué es
la varianza en el póker exactamente? Esa es la pregunta del millón. Definirla
ya es de por sí algo complicado. Si nos ceñimos a la definición matemática, la
varianza en el póker es la suma de las desviaciones con respecto a la media
de una muestra o un conjunto de ellas, elevado al cuadrado y dividido entre el
número total de observaciones menos 1.
Para que nos entendamos, en póker
la varianza es el riesgo de que el rendimiento real de una inversión no sea el
esperado. Los novatos entienden que la varianza hace referencia a la capacidad
de una jugada de variar su resultado en comparación con el esperado, pero
en realidad es un concepto mucho más global, no tan relevante de jugada en
jugada, sino en términos generales.
Como sabrás, en el póker la
estadística juega un papel fundamental y los principios matemáticos de la
estadística y la probabilidad tienen mucho que ver con el concepto de la
varianza en el póker. Las propiedades estadísticas de la varianza implican tres
cosas principalmente:
En el póker la varianza es un
concepto que tiene una tremenda repercusión en las partidas y es la causante de
los devenires de muchos torneos. Nadie escapa a ella, y tanto el jugador
menos avezado como el más experimentado están expuestos a sus vaivenes.
El segundo punto es especialmente
importante en el póker porque explica el motivo por el cual en los torneos
multimesa es tan complicado conocer la habilidad de un jugador y la varianza.
La respuesta, sabiendo esto, es sencilla: es más complicado averiguarlo
porque es más difícil conocer la media esperada de nuestra inversión.
El último punto también es
relevante, ya que explica por qué en un lapso breve de tiempo, en muestras
pequeñas de manos pueden darse resultados tan dispares que rompen la
media aritmética.
Como suele ocurrir con los
conceptos matemáticos, se entienden mejor en un supuesto práctico. Se puede
utilizar el clásico ejemplo de la moneda. Por ejemplo, si jugamos contra
alguien a cara o cruz y tiramos la moneda al aire diez veces, el resultado
esperado es que aproximadamente cinco veces salga cara y otras cinco, cruz.
Pero, al igual que en el póker,
la varianza entra en juego y el resultado puede ser muy dispar: podemos sacar
ocho veces cara y dos veces cruz. El resultado ha distado mucho de ser el esperado
por culpa de la varianza.
No obstante, si tiramos la moneda
no diez veces, sino muchas más, la media tenderá a equilibrarse. Imaginemos que
lanzamos la moneda al aire 5.000 veces. En este caso, por culpa de lo que se
conoce como “la ley de los números grandes”, un principio de estadística
básica, el resultado estará más cercano al 50% esperado. Esto ocurre porque
la teoría de la probabilidad especifica que, cuando se repite un mismo
experimento muchas veces, con tendencia a infinito, la frecuencia con la que
sucede un evento tiende a ser una constante.
Si aplicamos este concepto de
estadística a la varianza en el póker, podemos llegar a dos conclusiones:
Por ese motivo se hace tanto
hincapié en la fortaleza mental necesaria para jugar al póker. No se trata de
aguantar la presión en las mesas, eso es bastante sencillo. Se trata de ser
perseverante a pesar de los malos resultados, de gestionar bien los fondos
y no caer en tendencias suicidas que acaben pronto en bancarrota. Gran cantidad
de buenos jugadores con experiencia han sucumbido a los downswings y han
terminado abandonando el póker.
Seguro que ahora ya comprendes un
poco mejor de qué va eso de la varianza en el póker. Es más que un concepto, y
su alcance va mucho más allá de una sola partida. La varianza en póker es
como el destino: no se ve, pero nadie escapa a sus vaivenes. Ella decide el
resultado de muchas partidas y es la responsable de la retirada de grandes
leyendas del póker.
Incluso para jugadores muy
experimentados puede resultar algo complicado entender cuáles son las dinámicas
de la varianza. En póker está claro que tiene un papel fundamental, pero para
entender bien cómo afecta al devenir de las partidas es necesario tener lo que
se denomina “la vista panorámica”, y eso solo se consigue con tiempo y
mucha experiencia.
Una sola partida no es suficiente
para comprobar cómo puede afectar a la partida, por mucho que sepas qué es la
varianza en el póker y hayas estudiado mucho acerca de ella. Es indispensable
conocer la teoría, por supuesto, pero solo el juego constante y prolongado
hará que esa panorámica adquiera color y se pueda intuir cómo afecta
realmente al juego.
Es importante que un jugador de póker estudie estadística y probabilidad. No solo para saber qué es la varianza en el póker, sino para comprender hasta qué punto las matemáticas están implicadas en las partidas. La formación continua en este sentido es fundamental para seguir aprendiendo y conociendo más fundamentos matemáticos relevantes para el devenir de las partidas de póker.
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