La implementación de herramientas
digitales de IA ha puesto en jaque al sector del póker tradicional, que ve
peligrar el concepto clásico de las partidas. El temor a una notable pérdida de
jugadores y la desvirtualización del juego a causa de la sustitución de
partidas presenciales por bots manejados por ordenador ha levantado
cierto malestar entre los puristas, que no ven con buenos ojos que se haya
optado por hacer uso de dispositivos de inteligencia artificial de póker.
Cuando aparecieron los primeros
programas informatizados aplicados al póker, muchos no entendían qué tenía
que ver una máquina con el juego. Hoy en día, el póker y la inteligencia
artificial parecen estar condenados a entenderse.
Y es que la
proliferación de herramientas digitales para realizar cálculos y otras acciones
durante las partidas supone todo un avance, aunque muchos de estos
dispositivos tengan restringida la entrada a torneos oficiales y eventos de
proyección internacional.
El póker es un
juego enormemente estratégico, plagado de matices y basado en el estudio del
rival para tratar de adoptar una estrategia u otra durante la partida. Hay
quienes dicen que solo se conoce a una persona a fondo cuando se le mira
directamente a la cara, y el póker parece haber cogido esta máxima y
haberla convertido en su mantra porque la base de toda la dinámica estratégica
y económica del juego se basa en esto: el estudio del rival.
La llegada de
los dispositivos digitales ha abierto la puerta a implementar otras opciones,
más accesibles y casuales pero que poco tienen que ver con la experiencia de
jugar en una mesa de póker. Parte de culpa la tiene el hecho de que los
imparables avances en materia de digitalización hayan desarrollado una inteligencia
artificial capaz de poder sustituir en habilidad a cualquier jugador humano.
Así, hoy en día es habitual encontrar duelos de bots que se calan a la
perfección en las mesas de juego online, mientras que fuera de ellas existe
otro duelo que todavía no tiene un claro ganador: póker vs IA.
Los más
puristas ven la aplicación de inteligencia artificial en póker como poco menos
que una intrusión, algo que tiene cierto sentido si se tiene en cuenta que el
póker depende de un enorme factor humano y que no cuenta con notables
mejorías en su versión digital. Esto hace que el póker y la inteligencia
artificial no vayan a llevarse bien en mucho tiempo.
Si nos fijamos en Libratus, un
programa informático diseñado a base de inteligencia artificial, veremos lo
peligroso que resulta para mantener la estabilidad en las mesas online de
póker. Y es que, en la fase de pruebas, el programa aniquiló cualquier
posibilidad de victoria de los cuatro jugadores que intentaron batirla.
Tras los resultados, se repensó la estrategia para implementar herramientas de
inteligencia artificial en el póker menos invasivas, aunque con un potencial
prácticamente idéntico.
El duelo póker vs IA quedó así
inaugurado, y hasta el día de hoy se pueden encontrar tanto simpatizantes como
detractores de que la IA tenga un papel más protagonista en el desarrollo de
nuevas propuestas de póker. Otros, en cambio, vislumbran un futuro poco
prometedor para el póker si la inteligencia artificial campa a sus anchas,
puesto que dejará poco margen para que los jugadores humanos encuentren ese
equilibrio entre suerte y habilidad que tanto caracteriza al póker.
No obstante, llegado el caso en
el que se encontrase el modo de calibrar adecuadamente las herramientas de
inteligencia artificial más avanzadas para el póker tradicional, habría que
adaptar la añeja legislación a las nuevas incorporaciones, algo que podría
tardar años en producirse.
Más que nada porque en Estados
Unidos, la cuna del juego y principal valedor de los casinos y casas de
apuestas tradicionales, cuenta todavía con una gran tradición del juego físico
y sus estados han empezado a aprobar tímidamente el póker online en
determinadas circunstancias. Sin que el póker online sea una opción viable a
corto plazo para un país como Estados Unidos, se antoja complicado pensar que
el póker online pueda desaparecer por culpa de unas herramientas que, a la
vista está, no están preparadas para integrarse del todo en los formatos
actuales.
Por tanto, el duelo entre la
vertiente online del póker y la inteligencia artificial más avanzada no es
tanto una confrontación directa de intereses como dos peones de épocas
distintas que tienen que gestionar el traspaso de una propuesta moderna a
una mucho más vanguardista. Pero, en un momento en el que las leyes están
modificándose para legislar a favor del póker online, muchos optan por pensar
que este duelo póker vs IA no tiene lugar, y que será preciso perfeccionar el
juego online antes de pensar en integrar herramientas más modernas aplicadas al
juego.
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