El póker se ha convertido en uno de
los juegos con más adeptos de los últimos años. Si has llegado a este artículo,
es porque sabes bien de qué te hablo. Y, como también sabrás, el póker
tiene su propio lenguaje con el que tendrás que familiarizarte si quieres
convertirte en todo un experto de este juego.
Hoy abordaremos una de las palabras
que más resuenan en las mesas de póker. Si eres principiante y estás
iniciándote en el mundo del póker, es muy probable que todavía no lo hayas
escuchado. Por ello, este artículo es ideal para ti. Te explicamos de
manera sencilla qué es el river en póker y cómo actuar cuando llegamos a ese
punto tan excitante de la partida.
Con el término river en póker nos
referimos a la quinta y última carta que el dealer ha repartido y
se descubre sobre la mesa. Esto tienen lugar en las variantes Texas Hold’em y
Omaha de póker, es decir, las más populares.
La quinta carta resulta fundamental para el proyecto de juego que tengamos. Independientemente del que sea, la quinta carta es la más esperada por todos lo jugadores, pues es la última posibilidad que se tiene de apostar o no.
Para entenderlo bien, os ponemos un
ejemplo: estamos jugando y comienza el pre-flop – esto es, las dos
cartas que ha repartido el dealer a cada jugador. Ponemos la ciega
grande seguida de la ciega pequeña y se anuncian las apuestas. Igualadas las
grandes, pasamos al siguiente nivel: el flop. El flop es el
momento en el que se descubren tres cartas sobre el tapete verde. Si tenemos
una buena mano entre las cartas comunitarias y las nuestras, continuamos con la
apuesta y volvemos a pujar. Tras esto, se descubre la cuarta carta, o lo que es
lo mismo, el turn. Apostamos de nuevo y, si decidimos continuar, llega
el momento de descubrir la quinta y última carta comunitaria. Ahora es el
momento de hablar del river.
Tenemos dos cartas en la mano y cinco
sobre la mesa. El river, la quinta carta, es la que ha determinado qué
jugada podemos alcanzar.
Con la quinta carta descubierta, llega
el momento decisivo. Es muy probable que, llegados a este punto, la
jugada que habíamos imaginado en el pre-flop y el flop se haya descolocado,
ya sea para bien o para mal, con la aparición del river.
Durante las dos primeras fases del
juego, hemos tratado de aspirar al proyecto más alto, incluso hemos apostado
buenas cantidades si hemos considerado que teníamos las cartas a favor. Sin
embargo, el river sentencia la partida.
¿Qué hacer en este punto? Decidir.
Habremos de recabar toda la información que hayamos obtenido durante la mano,
es decir, cómo actuaban los contrincantes, qué proyectos pueden perseguir
ellos, qué cartas pueden tener y si tengo una mano lo suficientemente buena
como para no retirarme.
Como consejo, piensa siempre
que tus contrincantes pueden tener mejor mano que tú. No te precipites y piensa
tanto en tu proyecto como en el del resto de jugadores. En este sentido, sería
muy útil que te familiarizaras con los términos de odds y outs en póker,
te ayudarán a calcular tus probabilidades de prosperar en tu proyecto.
Una de las estrategias por la que nos
podemos decantar si nos vemos en una tesitura desfavorable – tenemos una
mano débil y nuestros contrincantes se han mostrado fuertes durante el
desarrollo de la partida – es marcarnos un farol. Si vas a decantarte
por esta opción, valora si durante toda la partida te has mantenido neutral, es
decir, si no les ha dado pistas al resto de contrincantes, con tus gestos o
lenguaje corporal, de que tenías una mano mediocre.
Si, por el contrario, hemos conseguido
una mano fuerte y con altas probabilidades de vencer a las del resto,
confiemos en las cartas y lancemos apuestas de valor. Esta es otra de
las expresiones usadas en póker y hace referencia a aquellas apuestas que
hacemos cuando creemos tener la mejor mano y buscamos incrementar los
beneficios.
Si nos encontramos en una situación
intermedia, habrá que analizar muy bien la situación para decidir qué
hacer. Un consejo es no aportar más fichas en el bote si, finalmente, vamos a
retirarnos si suben la apuesta.
Sea cual sea la decisión que elijas, lo
importante es que no optes por actuar como un river rat.
Con el término river rat
nos referimos a aquel jugador que no tiene una buena mano y espera a que suceda
un milagro en la quinta carta. A priori puede parecer que solo él es el que
pierde, pero lo cierto es que también perjudica al resto de jugadores de la
mesa, puesto que ha supuesto un filón de dinero “innecesario” para ellos.
Este tipo de jugadores suelen
actuar de esa manera bien porque, en una ocasión determinada, tuvieron suerte y
ganaron mucho dinero con la última carta o bien porque simplemente tienen mucha
suerte en el póker. Independientemente de eso, por lo general, no suelen seguir
una estrategia adecuada ya que ponen toda su confianza en el river.
Estos jugadores han de ser conscientes de que tenderán a perder muchas más
veces que las que ganen, además de hacer perder dinero y energía al resto de
los miembros de la mesa.
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