Si eres un amante o aficionado del póker, ni que decir tiene
que estamos ante uno de los juegos de cartas más ricos en cuanto a variedad y
modalidades que podamos encontrar. Si tuviéramos que señalar a la variante
del póker por antonomasia, sin duda, hablamos del Texas Hold’em, pero
¿siempre ha sido así? Lo cierto es que no.
El post de hoy lo dedicamos a descubrirte la que era la
modalidad más practicada del póker hasta la llegada del Texas Holdem: Stud
Poker. Una de las grandes diferencias que encontramos entre una y otra variante
es que, en el Stud Poker, los jugadores mantendrán parte de las cartas de su
mano siempre al descubierto, por lo que se encuentra incluido dentro de lo que
se conoce como póker abierto.
El Stud Poker es una modalidad de este juego de cartas
completamente diferente a las que cualquier jugador de póker está acostumbrado.
Por ejemplo, no encontramos cartas comunitarias, como sí hallamos en el
Texas y el Omaha, sino que, cada jugador, recibe varias cartas con las que
tienen que hacer la mejor combinación posible de un total de 5.
Dentro del Stud Poker encontramos un amplio abanico de
modalidades: Caribbean stud poker; Mississippi Stud Poker, Mexican Stud,
Stud Póker a 7 cartas … La más practicada es esta última, en la cual, los
jugadores reciben 7 cartas de las cuales 3 estarán cubiertas y 4 destapadas.
A continuación, te contamos cómo jugar al stud poker y
cuáles son las reglas para manejar el juego de una de las modalidades más
importantes del juego de naipes por excelencia.
La modalidad del Stud Poker no es, en sí misma, compleja de
jugar, pero sí resulta algo más complicada de dominar que otras modalidades más
populares como el Texas Holdem o el Omaha. Te contamos, paso a paso, cómo se
desarrolla el juego.
En primer lugar, al inicio de cada partida de Stud Poker,
todos los jugadores han de depositar una apuesta “ante”, es decir, una pequeña apuesta
inicial al comienzo de cada mano. Vale la pena recordar en este punto que,
a diferencia del Texas Holdem, en el Stud Poker no hay ciegas. El
equivalente a estas sería el “ante” o apuesta obligatoria.
A continuación, da comienzo la ronda conocida como “tercera
calle” en el que se reparten 3 cartas a cada jugador, dos de ellas tapadas y
otra destapada. El jugador que tenga la carta destapada más baja es el que
comienza con las apuestas.
Esta apuesta, conocida como “bring-in”, se
corresponderá con la mitad del valor de una apuesta pequeña, es decir, en una
mesa en la que el “ante” sea 2€, el “bring-in” será de 1€. A partir de aquí, las
apuestas comienzan a desarrollarse hacia la izquierda.
En la segunda ronda del juego, conocida como “cuarta calle”,
los jugadores reciben otra carta descubierta. En este caso, comenzará
hablar el jugador que tenga la mejor mano expuesta formada con esas dos cartas.
Este jugador podrá apostar o pasar.
En este punto de las apuestas, si algún jugador tiene una
pareja en sus cartas destapadas, podrá hacer una apuesta grande que,
siguiendo el ejemplo que hemos dado, podría ser de 2€. Si ningún jugador tiene
una pareja, la apuesta seguirá siendo pequeña.
Una vez igualadas las apuestas, se reparte una quinta carta,
comenzamos la “quinta calle”. Aquí, de nuevo vuelve a hablar el jugador que
muestre las cartas de mayor valor. A partir de esta ronda, el valor de
las apuestas y las subidas de las mismas se corresponderá con el de la apuesta
grande.
Continuamos hacia la sexta calle, ronda en la que los
jugadores reciben una nueva carta descubierta. Ahora, apostará el
jugador que presente la mejor jugada hasta el momento.
Tras esto, la séptima carta abre la séptima calle o river se
corresponde con la última carta de la mano, esta vez cubierta. Así,
quedamos con un total de 7 cartas, 3 cubiertas, cuyo valor solo sabe el propio
jugador, y 4 descubiertas.
El jugador con la mejor combinación de cartas expuestas habla
y tiene lugar la última ronda de apuestas. El último jugador en apostar es el
primero que enseña sus cartas. Ganará aquel que cuente con la mejor mano.
Una vez hemos comprendido cómo se juega a esta modalidad, es
importante que tengamos claras algunas reglas en lo referente a las apuestas y
los turnos de juego.
En primer lugar, como hemos visto, no se entregan todas las
cartas a la vez, sino que se van repartiendo a lo largo de los turnos de
apuestas o calles.
Otro aspecto referente al reparto de cartas es que, si en
la ronda final, hay más de dos jugadores en la mesa, todos recibirán su última
carta boca abajo.
Un jugador, cuya última carta está boca arriba, tiene la opción
de declarar all-in, siempre y cuando lo haga antes de que comience la ronda
de apuestas. En el caso de que solo queden dos jugadores y la carta final del
primer jugador se reparta boca arriba, la carta del segundo jugador se
repartirá de la misma manera.
También habremos de recordar que, en el Stud, no hay
cartas comunitarias. Los jugadores solo podrán jugar con las cartas que les
sean repartidas.
En el Stud solo pueden jugar un máximo de 6 jugadores.
Por lo que respecta a los torneos, en la ronda de la tercera
calle, si el jugador con la carta más baja hace un “all-in”, pero no tiene
suficientes fichas para el bring-in, deberá aportarlo el jugador situado a su
izquierda, independientemente del valor de su carta descubierta. Sin embargo, si
el jugador tiene suficientes fichas para pagar el ante, pero no para pagar el
bring-in al completo, se considerará a la vez como all-in y bring-in.
En la ronda final de apuestas, si quedan varios jugadores,
el último jugador que haya apostado o subido deberá mostrar sus cartas en
primer lugar. En esta ronda final, las manos se desvelarán en el sentido de las
agujas del reloj.
Como sabemos, en el Stud, no hay ciegas sino una apuesta
inicial obligatoria denominada “ante”.
La primera ronda de apuestas comienza con el “ante”,
iniciada por la carta descubierta más baja. En las siguientes rondas, la
mano más alta del tapete comienza a hablar. En caso de empate, hablará
el jugador que hubiera recibido las cartas en primer lugar. Es decir, la
posición rompe el empate.
En el Stud Poker se juega con un límite de apuestas
durante las primeras cuatro rondas. Se doblarán las apuestas a partir de la
quinta calle. Este límite fijo de apuestas determina que, si aparece una pareja
en la cuarta calle, esto es, con la segunda carta descubierta, cualquiera de
los jugadores puede apostar al valor superior o inferior.
Si un jugador no se encuentra presente en la mesa cuando le
llega el turno, perderá el “ante”. Si no regresa a tiempo para hablar, pierde
su mano cuando las apuestas alcancen su puesto.
Ahora que ya sabes cómo jugar a esta modalidad, ¿a qué
esperas para probarla?
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