A poco que seas aficionado al póker, sabrás que jugar al póker no es tan sencillo como realizar una simple apuesta y hacer tus cábalas en la cabeza para tratar de ganarla: tras las cartas se esconde un mundo de ciencias y números donde las matemáticas y las probabilidades juegan un papel esencial. En algún momento hay que empezar a jugar al póker, así que vamos a tratar de contarte en qué consisten tanto las estrategias para jugar al póker más básicas como las pensadas para ser ejecutadas por profesionales.
Hacer apuestas pequeñas y jugar pocas manos al inicio son dos de las mejores estrategias para jugar al póker en un principio. Los novatos cantan en las mesas de juego, ya que los jugadores profesionales enseguida captan a quién es un primerizo en esto del póker y tratarán de inducirte a error para sacar más tajada a tu costa. Tienes que acostumbrarte a esa sensación de ser siempre el nuevo en las mesas de juego, poco a poco irás cogiendo experiencia. Ya tendrás tiempo de familiarizarte con estrategias de póker avanzadas para desplumar a tus oponentes; por ahora, confórmate con amortiguar la caída y paliar las pérdidas durante las partidas.
A estas alturas ya sabrás que el póker no es simplemente un juego de cartas: bajo ellas se teje todo un mundo de estrategias que acaban por tener un papel determinante a la hora de proclamar ganador a uno de los participantes. Las estrategias de póker se ven alteradas por muchos factores, y uno de los más influyentes es el lugar que ocupa cada jugador en la mesa. En el Texas Hold’em es el concepto más importante, y es habitual que los perdedores no paren de hacerlo si juegan demasiadas manos y, encima, lo hacen fuera de posición.
Existen cuatro posiciones elementales en una mesa de Texas Hold’em: ciegas, iniciales, medias y finales. Así, una mesa de diez jugadores estaría formada por una ciega pequeña, una ciega grande, tres iniciales (Under The Gun, UTG +1, UTG +2), Mid Position 1, MP2, Hijack, y las finales, Cutoff y Button.
Una de las mejores estrategias para jugar a póker para los novatos es contar los outs, que permite reducir el margen de pérdidas durante las partidas. Tener la capacidad para contar los outs que tiene una mano para mejorar y acabar siendo la más fuerte es el primer paso para entender los odds en el póker, algo fundamental para convertirse en un ganador y siendo una de las variables elementales de las estrategias de póker más avanzadas.
En realidad, el proceso para contar outs es muy sencillo, aunque requiere de cierta práctica para aprender a analizar las probabilidades de que tus cartas mejoren o puedan convertirse en una mano ganadora. Estás a punto de adentrarte en una de las estrategias para torneos de póker más empleadas entre rivales, así que dedícale tiempo a comprenderlo: tendrás mucho ganado para acabar siendo un verdadero ganador.
Como te decíamos más arriba, el póker no es solo cartas, apuestas y manos: tras la baraja hay todo un universo de matemáticas y probabilidades, y quien sepa interpretarlo mejor que los demás se lleva el bote. Si antes te comentábamos que era necesario contar tus outs para aprender a comprender cuánto pueden mejorar tus cartas, aprender a contar los odds forma parte de las más elementales estrategias de póker.
En realidad, para ganar en una mesa de póker no es necesario aprenderse al dedillo las estrategias de póker más avanzadas (ni mucho menos dominarlas), pero sí es imperativo tener unos conocimientos básicos de probabilidades. No obstante, estas estrategias para el póker, al contrario de lo que se suele creer, no exigen tener unos conocimientos avanzados de matemáticas, por lo que solamente te hará falta contar con las nociones básicas.
Una de las estrategias para jugar a póker más empleadas por jugadores profesionales es la de provocar al contrincante con métodos sutiles para hacerle hablar, estudiar sus gestos, reacciones y, en definitiva, el lenguaje corporal. Esto se utiliza para intentar averiguar qué cartas tiene el rival y qué probabilidad hay de que acabe teniendo una mano ganadora.
Hay un dicho conocido en el póker que dice que, si no has sido capaz de encontrar en los primeros diez minutos al objetivo, el objetivo eres tú. En las verdaderas batallas de póker que tienen lugar en campeonatos y mesas de alto nivel es habitual que se utilice un jugador débil como apoyo para tratar de aumentar las probabilidades de vencer al rival con una mano ganadora. Es habitual ver cómo se estudian los rivales y se ejecutan estas estrategias para torneos de póker, que pueden demostrar a un jugador aficionado todas las variables que influyen en el resultado final de la partida.
La razón por la que gran parte de los jugadores profesionales de póker llevan gafas de sol es para no dejar ver al rival ni un ápice de su rostro. Impedir que el rival haga lecturas de tu lenguaje corporal, incluso de tus tics involuntarios, de tus reacciones espontáneas y de tus gestos y miradas es primordial para ganar en el póker. Algunos jugadores profesionales sostienen que llevar estos complementos es perjudicial para ellos mismos porque exponen sus vulnerabilidades ante la mesa, siendo los más fáciles de provocar. Un gesto, un pequeño espasmo o un meneo de cabeza no pensado puede dar valiosa información al rival sobre el contenido de sus cartas, así que aprende a controlar tu cuerpo y sé consciente de la información que está dando a tus contrincantes: leer el lenguaje corporal es la base de algunas de las estrategias para jugar al póker más exitosas, aprende a usarlo en tu favor.
Es común que los jugadores novatos piensen que las estrategias para el póker que permiten vencer al rival se basan todas en el engaño, cuando no es así. De hecho, farolear sin control solo te llevará a una encrucijada, viéndote con todas tus fichas en el centro de la mesa y una mano nada buena en tus manos que hará que te desplumen (y no olvides que lo más seguro sea que esto ya lo sepan los demás contrincantes de la mesa).
Este impulso forma parte de las estrategias para jugar al póker de los más novatos, y precisamente por eso puedes utilizarlas a tu favor. De hecho, gran parte de las ganancias de los demás participantes vendrán por faroles impetuosos mal ejecutados por parte de los jugadores más imprudentes, así que, en caso de detectar un principiante en la mesa, deja que los faroles y los supuestos engaños formen parte de sus estrategias de póker durante la partida para desplumarlo y expandir tu margen de beneficios.
Los jugadores profesionales recomiendan, como parte de las bases de las estrategias de póker más avanzadas, que se intente hacer pequeños faroles de manera continuada para aumentar las probabilidades de tener éxito, en vez de jugárselo todo a una sola mano que ponga en riesgo la continuidad en la partida. Las estrategias para torneos de póker tienen en cuenta todas estas variables y conviene entrenarse antes de disputar una partida de alto rango para no acabar en la estacada.
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