En cuanto te familiarizas con los
conceptos básicos de póker y la fortuna te ha sonreído un poco, sientes que
estás preparado para todo y que no hay nada que te detenga. Esta sensación
de falsa euforia puede jugar una mala pasada a todo aquel que se precipite
en una partida de Texas Hold’em, principalmente porque este impulso impide
poder interpretar correctamente la partida y perder la noción de lo que en
realidad está pasando en la mesa.
Para que conozcas cuáles son los
errores más comunes que puedes cometer y que, seguramente, estés cometiendo
jugando a una partida de Texas Hold’em, vamos a hacer un repaso por los gazapos
más frecuentes que se pueden ver en una mesa de póker.
Es complicado mencionar toda la
clase de errores que se pueden cometer en una partida de póker. Además, existe
el riesgo de la interpretación, y es que lo que para algunos puede ser un
error, para otros puede ser una jugada arriesgada pero medida. De cualquier
forma, vamos a tratar de incluir una serie de conceptos básicos para que
identifiques los errores más habituales.
A modo de posdata, ten en cuenta
que cometer errores forma parte de la curva de aprendizaje, pero que un
jugador experto te calará enseguida, a ti y a tu estilo de juego, en función de
los errores que cometas. Asegúrate de emparejarte con jugadores de más o menos
tu nivel para evitar que te desplumen.
Entre los errores más habituales
que se cometen en una partida de Texas Hold’em se encuentra jugar demasiadas
jugadas iniciales, ir demasiado con manos trampa y no pasar de cartas modestas.
Estos tres errores recogen lo peor y lo mejor, y demuestran que tanto un exceso
de prudencia como de riesgo pueden dar al traste con la partida.
Pero hay otros aspectos donde se
puede poner el foco. Por ejemplo, un error muy común entre el jugador
aficionado es no subir con muy buenas cartas, haciendo que demasiadas
manos acaben parando en el flop.
Otro error común: apostar
buscando cartas que darán una mejor mano. Se tiende a conformarse con una
mano buena pero un tanto mediocre, en vez de pensar en que las cartas pueden
ser reservadas para formar mejores manos más adelante.
Esto tiene algo que ver con la
capacidad de lectura de la partida, que se va ampliando con la experiencia y que
solo la práctica es capaz de mejorar. Precisamente esa capacidad puede provocar
que se cometa un error del que ningún principiante se salva: centrarse en el
juego propio y descuidar el de los demás. Tener en cuenta aspectos como
quién ha subido en el pre-flop, qué clase de jugadores quedan por el bote o
cuántos fueron al flop es clave para hacer una lectura correcta de la partida.
Al jugar una partida de Texas
Hold’em e ir adquiriendo experiencia iremos cometiendo cada vez errores
distintos. Es la base del póker: practicar, practicar y practicar es la única
forma de especializarse y acabar siendo un jugador profesional de gran calidad.
Un error típico de los jugadores intermedios es no ser lo bastante agresivo
en el flop. Esto denota falta de iniciativa, y ante este tipo de jugadores
los leones de la mesa se estarán frotando las manos.
La cara opuesta también es típica
de los imprudentes con muchas ganas de demostrar algo y mucho que perder: ir
a cada momento sin tener en cuenta las apuestas del bote es algo que ciega
a los menos cautos y que les puede costar realmente caro.
Pero no todo depende del jugador.
Y es que, en el póker, como seguramente sepas, también tiene mucho que decir
la suerte. La mesa en la que elijas jugar será determinante, ya que un
factor que no puede controlarse es el perfil de los jugadores. Cuando uno se
une a una mesa, desconoce a los rivales y solo al empezar a jugar podrá empezar
a catalogarlos, por lo que es una especie de salto de fe que hay que dar para
poder optar al bote.
Y mucho ojo con los límites de
las apuestas. A algunos jugadores poco amigos de la gestión les puede venir
grande eso de manejar cifras con varios ceros. Carecer de los fondos
suficientes para jugar a un determinado límite puede acabar en ruina, así
que cuidado. Para que te hagas una idea, se necesitan más o menos 300 veces
la apuesta más grande para ir sobre seguro.
Vale que la inexperiencia puede
jugar malas pasadas, pero es elemental que sepas algo sobre las apuestas del
bote. Estas apuestas se usan para calcular si una jugada concreta tiene un
valor esperado positivo o negativo. Dicho de otro modo: es la relación
entre el tamaño de la apuesta y del bote.
Para calcular las apuestas del
bote es necesario conocer las posibilidades que tiene nuestra mano en ese mismo
momento, pero este valor puede cambiar conforme vayan apareciendo nuevas
cartas comunitarias.
Los jugadores profesionales siguen la regla del 4%. Y es que el porcentaje se incrementa en un 4% por cada número de posibilidades de lograr la combinación buscada. Es una buena base sobre la que partir, así que úsala cuando todavía no te veas capaz de predecir los valores con soltura.
Guía básica de Texas Hold’em P1: Texas Hold’em, su historia
Guía básica de Texas Hold’em P2: Reglas Texas Hold’em
Guía básica de Texas Hold’em P3: Clasificación de manos Texas Hold’em
Guía básica de Texas Hold'em P4: Estrategias para Texas Hold'em
Guía básica de Texas Hold'Em P5: Cómo jugar desde el dealer en Póker Texas Hold’em
Guía básica de Texas Hold'em P7: Mejores torneos de Texas Hold’Em
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