Si sueles jugar a torneos de
póker, lo más seguro sea que hayas oído hablar de la temida “burbuja”. Nadie se
refiere a ella en sentido positivo, y es que, en póker, la burbuja es el
principal enemigo de los jugadores. Te contamos qué es y por qué todos la temen.
Es fácil entender qué es una
bubble en póker. Cuando un jugador está ocupando un puesto en un torneo de
póker que no le garantiza el cobro, se dice que está en la burbuja o que “es
una burbuja”. Todo esto se entiende mejor si echamos un vistazo a la estructura
de los torneos de póker.
Un torneo de póker cuenta con un cupo
limitado de inscritos. Cuando se llena, se abren las listas de
inscripciones tardías y, más adelante, dan comienzo las rondas en las mesas del
torneo.
Imagina por un momento que hay
300 inscritos a un torneo. Solo unos pocos saldrán de él con una recompensa.
Si de los 300 participantes, solo 50 se llevan premio, si acabas en el 51 te
irás de vacío, aunque estés por un pelo las puertas de llevarte una recompensa
por acabar con buena parte de los jugadores. Frustrante, ¿verdad?
Ocupar un puesto tan delicado,
que te mantiene constantemente al filo de la navaja, te hará jugar de una
manera muy particular. Porque el objetivo será constantemente sobrevivir
e intentar conseguir el hueco que te meta dentro del listado de jugadores con
premio, algo que se deja notar en el estilo de juego. Es a jugadores como ese a
los que se les llama “bubbles”, o se dice que “están en la burbuja”.
Es una situación delicada estar a
las puertas de entrar en el grupo de los jugadores con premio, pero poder
perderlo todo solo por un puesto e irte a casa sin nada. Como decíamos,
jugar en la burbuja conlleva jugar de una manera un tanto peculiar para
intentar sobrevivir el máximo tiempo posible, hasta que, por eliminación,
quedes en el último puesto con derecho a premio.
Lo primero que tienes que saber
es que el comportamiento y el estilo de juego dependerá mucho del stack que
tenga un jugador que está en la burbuja. Un jugador en una situación así puede
mostrarse confiado y resuelto o tímido y precavido de más. Todo dependerá de su
stack.
Lo mejor en estos casos es que estructures tu rango en función del stack, es decir, que midas en qué jugadas puedes meterte y en cuáles no para seguir vivo durante el juego. Con un stack pequeño, jugar de manera agresiva te va a condenar a la eliminación; ser demasiado precavido con un stack cómodo puede hacer que desaproveches muchas buenas oportunidades de subir escalones y conseguir tu plaza entre los vencedores.
Un buen consejo para mantenerte
vivo el máximo tiempo posible y evitar que te eliminen es no solo ser selectivo
con las manos que juegas, sino también con los jugadores a los que te
enfrentas. Deberías buscar siempre los rivales con stacks más pequeños -es
decir, marcar jugadas con todos los jugadores que se encuentren, como tú, en la
burbuja- y evitar aquellos que tengan un stack mayor, precisamente porque los
primeros jugarán más tight y los segundos serán más agresivos.
Pero eso no quiere decir que no
tengas que desplegar tu agresividad cuando toca. De hecho, es conveniente que
hagas gala de tus agallas en algún momento para cuidar tus ciegas. Todos los
jugadores a los que te enfrentes intentarán cuidar sus fichas, y tú
deberías hacer lo mismo. Cuando la burbuja explote (es decir, cuando se decidan
los resultados y se determinen las eliminaciones), debes ser el mejor
posicionado, y para conseguirlo tienes que evitar que los rivales te elijan a
ti para robar tus fichas. Lo mejor es que te muestres intimidante al
principio, que enseñes los dientes y que disuadas a los demás de que te
elijan a ti para robar fichas.
La efectividad de esta estrategia
depende en gran medida de la práctica que se tenga a la hora de intimidar a los
rivales, de controlar el lenguaje corporal propio y la destreza a la
hora de hacer creer a tus rivales que eres de los jugadores más fuertes de la
mesa.
Pero con práctica y disciplina es
posible mejorar estos aspectos para no solo jugar mejor al póker, sino para
desarrollar tácticas de supervivencia que te permitan destacar durante estas
situaciones tan comprometidas. Es aquí donde los buenos jugadores salen de
verdad y demuestran que tienen ese algo más que les permite mantenerse a
flote cuando todo está en contra.
Aparte de todas estas
estrategias, para poder sobrevivir a la burbuja es necesario mantener la mente
fría y no caer en una vorágine de pensamientos intrusivos. Más que una
piedra en el camino, la burbuja es una etapa especial en la que el jugador más
inteligente tiene la oportunidad de demostrar que sus rivales no son nadie para
interponerse entre él, su destreza y su premio.
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