En el póker, se llama “tell” a
todo indicio que sirve a otro jugador para obtener información acerca del
estado en el que se encuentra a causa de su situación en el juego. Es
una herramienta de comunicación no verbal que somatiza una determinada conducta
comunicativa, la cual es un reflejo del estado en el que se encuentra su juego,
lo que da una información al jugador que lo observa.
Por eso, definir los tells en
póker es tan importante: supone analizar aquellos indicios no verbales que
reflejan un estado de ánimo derivado de un hecho relacionado con las cartas,
ayudando a definir estrategias correctas.
Lo mejor es entender los tells
como piezas de un enorme puzle. Como ves, los tells en póker están
relacionados con algo más grande: el tell refleja un estado de ánimo o un
comportamiento; este se deriva del estado del jugador, el cual se ve
influenciado por la jugada del momento.
Cuantos más tells tengamos a
nuestro alcance, más información podemos extraer y mejor podremos radiografiar
al rival. Eso ayuda a definir nuestra estrategia, evitar errores y basar
nuestras jugadas en el estudio del rival.
Pero cuidado, porque los tells no
son más que indicadores. Unos indicadores que pueden ser inducidos para
provocar en nosotros una lectura errónea. Eso lo hacen mucho aquellos
jugadores de alto nivel y con la suficiente experiencia como para usar esos
indicios en su beneficio, desplumando a los rivales dándoles información
equivocada.
Un falso tell puede ser voluntario
o involuntario. Es crucial atender a la intensidad y la rapidez de los tells
para definir si ha podido ser espontáneo o deliberado, y si puede ser genuino o
falso. Para eso, es vital comprender el contexto en el que se producen. Por
ejemplo, un jugador que empiece a mostrar espasmos o tics tras ver sus cartas,
muy posiblemente haya visto cartas fuertes. Pero si esos espasmos se producen
después de un all-in, entonces es muy posible que estemos ante un farol de
manual.
Un recurso muy empleado por
jugadores de nivel aficionado es ir anotando los tells que van descubriendo
para estudiarlos a posteriori. Esto ayuda a analizar las partidas, a
comprender si un tell ha sido hecho a propósito o no y estudiar posibles
alternativas a nuestra jugada.
El estudio de tells y tener la
capacidad para identificarlos sin tomar notas se adquiere con el tiempo, con
experiencia y con horas de formación y análisis fuera de las mesas. Solo
así conseguiremos descubrir los tells de los rivales y mantener escondidos los
nuestros.
Un consejo para los más novatos:
aprovechar las manos que no se juegan para observar. Con estas manos se puede
ver sin ser visto, y los minutos acumulados jugarán muy a favor del
jugador, dándole el bagaje necesario para analizar los tells correctamente y
trabajando en su propio lenguaje corporal.
Las reacciones humanas muchas
veces son involuntarias porque se producen ante estímulos externos que somos
incapaces de controlar o disimular. Existe una explicación biológica
para eso: el neurocórtex, la zona del cerebro que se encarga de la comprensión
y de la memoria, que permite al individuo gestionar recuerdos, datos, analizar
entornos y situaciones y comprender reglas, calcular probabilidades y crear
estrategias. Pero también entra en juego el sistema límbico. ¿Cuál de los dos
tiene más peso en un juego de probabilidades y altamente analítico como el
póker?
El neurocórtex es el encargado de
gestionar las reacciones reflejas, inconscientes, mientras que el sistema
límbico es el que se relaciona con la parte más analítica de las
reacciones. Para hacer un buen estudio de los tells en el póker es esencial
analizar si el tell se ha realizado de manera voluntaria o no, algo que se
puede estudiar intentando medir los tiempos de reacción.
Se estima que una acción
voluntaria requiere aproximadamente de un segundo entre que es procesada y
ejecutada. Es decir, un tell con un brevísimo retraso puede ser
indicativo de que nos están induciendo a hacer una lectura equivocada. En
cambio, los tells espontáneos son genuinos y aparecen prácticamente al momento,
lo que les daría más credibilidad.
Hay varias formas de clasificar los tells, así que
podemos aceptar esta forma de categorizarlos:
Los tells pacificadores
son gestos que se hacen, de manera voluntaria o no, para calmarse. Pueden
realizarse porque tienes una buena mano y quieres ocultarla, o porque vas de
farol y no quieres que te descubran.
Los tells de intención son
tells que reflejan intencionalidad, que expresan la intención de llevar a cabo
una acción. Delatan el juego y son los más peligrosos de demostrar.
Los tells simulados son
tells fingidos, que suelen ser exagerados y sobreactuados, a no ser que los
haga un profesional.
Hay varios tipos de tells en
función de qué parte del cuerpo los exprese. Hay que entender que estos tells
son más intensos conforme mayor es el estrés al que el jugador que lo emite
está expuesto. Un ejemplo muy común de gesto pacificador es acariciarse el
cuello, una de las zonas del cuerpo más sensible capaz de fomentar la
disminución de la presión arterial. Por él pasan las principales arterias del
cuerpo y es una zona recurrente para inducir a un estado de relajación.
La cara también es el lugar donde
tienen lugar varios gestos pacificadores. Por ejemplo, masajearse la frente,
rascarse la nariz, acariciarse la barba o tocarse la cara pueden ser tells
pacificadores representativos.
Atento a otros tells como girar
con frecuencia un anillo, alisarse el pantalón o hacer inspiraciones
profundas: son otros tells pacificadores que debes identificar.
Cuando un jugador se está
preparando para entrar de lleno en el juego, lo más normal es que exprese
esa intencionalidad con gestos corporales que tendrás que saber reconocer.
Por ejemplo, ver cómo se
expanden los orificios nasales es un ejemplo de un tell de intención. Eso
denota esfuerzo o la intención de hacerlo. Lo mismo ocurre con el desplazamiento
de las manos hacia el centro de la mesa.
Muy atento al acercamiento de
las fichas, las cartas o del propio jugador a la mesa. Es un síntoma de que
se está preparando para entrar en el juego. ¿Te has fijado en sus manos?
¿Tiende a ponerlas hacia arriba y ahora las palmas están hacia abajo? Cualquier
divergencia de ese estilo puede ser una señal de que el jugador va a entrar en
acción.
Un tell simulado puede ser un tell
enfrentado. Llamamos tells enfrentados a aquellos tells que no están claros,
que nos causan conflicto a la hora de interpretarlos o que no dan una
información clara.
Si notas sobreactuaciones, señales
inequívocas de que el jugador está intentando que te des cuenta de su gesto
de manera descara o la reiteración de un mismo tell durante toda la ronda,
deberías desconfiar. Hay tells fáciles de identificar, pero cuando te permiten
radiografiarlos así, o estás ante un jugador que no tiene ni idea de póker, o
es que están intentando confundirte.
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