Aunque el término no es del todo
desconocido para los aficionados al póker, solo llegado a un nivel determinado
se empiezan a trabajar conceptos como este por la complejidad que pueden
entrañar.
Aunque en realidad no es tan
complicado: una apuesta de continuación es la que hace un jugador que ha subido
el preflop porque no ha ligado en el flop. En última instancia, es un farol
basado en la prueba de fuerza mostrada durante el preflop pero no siempre
funciona y requiere que el jugador vaya variando su juego para que los demás
jugadores no calen de primeras la jugada.
Hay un aspecto básico de las
denominadas C bets (siglas de continuation bet, el término original de
“apuesta de continuación”), y es saber contra qué jugador te enfrentas.
No es tanto una jugada para poner patas arriba la mesa como para engañar a un
rival en concreto. Es importante que lo cales de entrada, y que conozcas en qué
se basa su juego. Por ejemplo, si estás ante un jugador con tendencia a
expulsar a los contrincantes del bote, puede ser un buen movimiento.
La rentabilidad de una apuesta de
continuación en el póker se basa en la probabilidad que tendrá tu contrincante
de ligar en el flop. Y es que siete de cada diez veces no lo hará, pudiendo
aprovechar mejor tus cartas. Eso sí, es fundamental que cambies enseguida de
juego para que una apuesta de continuación funcione y que los rivales no
descubran tus intenciones. Y es que, al fin y al cabo, tampoco resulta sencillo
que tú ligues en el flop, lo que disparará las alarmas de los jugadores más
experimentados.
La situación es esta: en cuanto
hagas una apuesta de continuación, la mayoría de los jugadores que hayan ligado
tratarán de pasar hasta ti para atraparte. Un peligro controlado porque
eso significa que no habrán descubierto tu jugada (desconfía si no van a por ti
de primeras porque querrá decir que se huelen la tostada).
Lo que a priori es una buena
oportunidad para ellos acaba siendo una mala jugada porque perderán una
oportunidad de oro de hacer el bote grande, ya que tienes la opción de optar
por una carta gratis si no lo ves claro. Y también cuentas con la opción de
tirarte cuando no ligues en el turn.
Vamos a explicártelo con un
supuesto: si en el flop sale un as, tu continuation bet representa que
tienes un as en tus manos. La clave es que calcules cuánto te va a costar echar
a los rivales del bote para igualar la apuesta. Ten en cuenta que cada
jugador defenderá su ciega, por lo que las apuestas pueden variar en
función del jugador al que estés intentando expulsar.
Y, ¿qué hay de los retrasos en la
apuesta de continuación? ¿Puede ser una buena idea retrasarlo? Lo cierto es que
sí, retrasar la apuesta de continuación en el póker al turn puede ser una
excelente idea porque los jugadores suelen estar ya acostumbrados a verlas
venir durante el flop. Además, si el contrincante pasa hasta ti en un flop
que no te acaba de convencer, puedes pasar para ver qué hace durante el turn.
Al pasar la segunda vez, haz tu apuesta de continuación, ya que es mucho más
complicado hacer check-raise cuando solo queda una carta por salir.
La ventaja de una apuesta de
continuación está clara: permite aprovechar la ventaja de la iniciativa que se
consigue al subir la apuesta en el preflop, manteniendo la misma durante el
flop con otra apuesta.
Son muy rentables y te
permitirán ganar el bote casi sin esfuerzo, pero cuidado: no deben usarse a
la ligera ni con demasiada frecuencia. Su baza es que pueden resultar
impredecibles, y si los rivales la ven venir, toda la ventaja estratégica que
te proporciona puede desaparecer de un plumazo. Vamos a ver a continuación los
supuestos en los que no tiene lugar una apuesta de continuación en el póker.
Es la regla básica de la
proporcionalidad: a más jugadores haciendo lo mismo, menos probabilidades hay
de que una continuation bet pueda prosperar. Esto suele ocurrir cuando se aumenta
la apuesta en el preflop y muchos jugadores lo hacen también, lo que
anularía por completo la apuesta de continuación.
Ten en cuenta que las apuestas de
continuación son faroles que usan la ventaja que se ha obtenido al doblar la
apuesta en el preflop, pero esa ventaja disminuye cuando hay demasiados
jugadores en la mesa.
Los faroles no funcionan
cuando hay varias apuestas abiertas en la mesa, y lo mejor es que te
reserves para otro momento que no dé tanto el cante. De hecho, deberías
descartar del todo optar por una apuesta de continuación si el rival contra el
que pretendes hacerla es de los que destapan el flop muy a lo bestia.
Y es que solo funciona una
apuesta de continuación en el póker cuando se pilla al rival con el pie
cambiado. No decimos con esto que te la juegues de manera indiscriminada, pero
sí que estés al tanto para aprovechar la ocasión cuando lo veas claro. Y, desde
luego, con varias apuestas en marcha, una continuation bet no va a funcionar,
así que espera al momento adecuado.
Aunque las apuestas de
continuación se guíen por la manera de jugar del rival y esta tenga un papel
determinante en el desarrollo de la misma, no debes olvidar que es el flop el
que te tiene que ser de ayuda. SI ves que no vas a poder sacar nada de provecho,
lanzar una apuesta de continuación no será la mejor de las ideas. Las C bet
son de utilidad cuando se intuye que el flop puede ser favorable. De este
modo, se aumenta la apuesta antes del mismo.
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