Ganar es el objetivo que se
marcan todos los usuarios aficionados a las apuestas deportivas que deciden dar
el paso de probar suerte con sus pronósticos. Y, aunque muchos piensan
que las apuestas solo dependen de la suerte, en realidad todo en ellas son conocimientos,
experiencia, estrategia y rentabilidad.
De hecho, explotar esta última es
el objetivo de los apostadores profesionales, y con el tiempo, el
objetivo pasa de ser solamente ganar a hacerlo de una manera mucho más sesuda,
pensando siempre en la máxima rentabilidad de la apuesta.
Pero, ¿cómo se pueden conseguir
apuestas rentables? ¿Debemos cambiar de estrategia? ¿De casa de apuesta? ¿Qué
falla si ganamos con asiduidad, pero no terminamos de ver despegar nuestro
monto de ganancias? Quizá esté fallando precisamente eso, que no estás
rentabilizando tus victorias. Y eso, sobre todo a un nivel profesional,
acaba pasando factura.
Claro que se pueden conseguir,
pero debemos tener claro qué entendemos por “apuestas rentables”. Una apuesta
es rentable cuando ofrece una cuota alta en comparación con la apuesta que
realizamos. Evidentemente, aquellas cuotas más altas ofrecen una
rentabilidad más alta, pero a cambio de correr más riesgos. Por tanto, nos
veremos obligados a encontrar un balance perfecto entre riesgo – recompensa,
algo en lo que, si eres un recién llegado, probablemente no seas del todo
bueno.
Los principiantes deberían
empezar siempre por cuotas reducidas, pero conforme se adquiera experiencia se
pueden elegir apuestas con cuotas más altas.
Para conseguir apuestas
deportivas más rentables, es esencial empezar a buscar apuestas con cuotas más
altas. Se considera una apuesta reducida aquella que ofrece valores en torno a
4.00, mientras que las apuestas con cuotas entre 8.00 y 10.00 ya son
consideradas elevadas.
Elegir apuestas con cuotas más
altas y combinar los pronósticos es la clave para obtener mayores
rentabilidades y encontrar un buen equilibrio entre el riesgo que corremos con
esta apuesta y la potencial recompensa a la que aspiramos. Aunque todo
dependerá de lo que cada apostador busque, en su caso.
Para algunos apostadores, llega
un momento en el que da igual el deporte en el que se centren: su objetivo es
apostar y buscar la máxima rentabilidad. Esto puede ser buena idea en los casos
en los que se sigan casi todos los deportes y se tengan amplios
conocimientos de las ligas, temporadas y desarrollo de las mismas. Y es que
se necesitan conocimiento o, al menos, nociones básicas y un mínimo de
comprensión para entender en qué dirección va nuestra apuesta.
¿Es mala idea buscar solamente
cuotas altas y simplemente apostar, sea el deporte que sea? No del todo, pero
es una estrategia con lagunas que debes tener en cuenta. Siempre es mejor ir a
lo seguro, al terreno que controlas, y eso dependerá de cada usuario.
Normalmente, es el deporte que
sigues y sobre el que lo sabes todo el mejor para centrar tus apuestas, pero es
normal querer ampliar tus metas y buscar más allá de lo que ya conoces. Pero no
pierdas de vista a los deportes minoritarios: el fútbol o el tenis son
muy seguidos, pero están más disputados. Los deportes de nicho pueden tener
cuotas más que interesantes y, si te formas y te conviertes en seguidor, puedes
llegar a realizar apuestas poco reñidas y potencialmente exitosas.
Para conseguir hacer apuestas
deportivas más rentables, es importante encontrar un balance cuota – capital
apostado – deporte elegido. Son tres pilares esenciales que definirán la
potencial rentabilidad de tu apuesta en caso de acertar en tu pronóstico.
Evidentemente, hay un fuerte
componente estratégico en las apuestas deportivas, y para seguir un
método rentable con el que empezar a consolidar tus resultados, es
imprescindible seguir un sistema que te permite obtener buenos resultados.
Existen varios métodos que puedes
seguir y que te recomendamos que pruebes para que compruebes su eficacia a la
hora de obtener ganancias recurrentes. Todo tiene un principio
matemático y tendrás que estudiar su funcionamiento para ponerla en práctica.
Ten en cuenta que no todas estas estrategias
sirven en todos los casos, así que deberás ponerlos en práctica según tus
objetivos.
Por ejemplo, el sistema de la
Martingala consiste en doblar la apuesta si se pierde hasta ganarla. Un
principio que sirve para recuperar lo perdido y obtener ganancias,
volviendo a reiniciar el bucle.
El sistema Patent se basa en la
realización de 7 apuestas con 3 pronósticos, realizando 1 apuesta simple por
pronóstico, 3 combinadas por 2 pronósticos o 1 combinada con los 3 pronósticos,
corriendo poco riesgo. Permite obtener beneficios incluso con una sola de las apuestas
simples, y limita las pérdidas en caso de no estar finos.
El método de Fibonacci tiene
también su sitio en las apuestas deportivas y permite hacerlas más
rentables. La serie de números de Fibonacci se basa en la suma de los dos
anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55… y así, sucesivamente. 0 + 1 =
1, 1 + 1 = 2, 1 + 2 = 3, 2 + 3 = 5, etcétera.
Aplicado a las apuestas, este
sistema permite apostar a stakes más elevados de forma progresiva,
aunque este método solamente es recomendable si la cuota del empate no supera
los 2.61.
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