En póker es común hablar de
peces, de fishes, pero a los recién llegados al mundo del póker puede que se
les quede cara de no entender de qué se habla. ¿Qué es un fish en póker?
¿Quiénes son los famosos pececillos?
Un fish en póker es un jugador
malo, un pececillo del que se aprovechan los tiburones, los jugadores más
experimentados. Como si de un ecosistema se tratara, un fish sin póker no se
entiende porque forman parte de su base alimenticia. Son los que permiten
que el dinero se mueva, que las apuestas fluyan, que los botes se ganen y
que los jugadores con experiencia vean recompensada su técnica.
Hay un dicho muy conocido y muy
cierto que dice que, si en los primeros treinta minutos no has identificado al
pez, es que el pez eres tú. Cuidado, porque los jugadores experimentados te
pueden calar en un momento y tratarán de aprovecharse de ti en cuanto
tengan oportunidad.
En la actualidad, la
expertización que ha sufrido el mundo del póker ha originado que obtener
premios suculentos sea más complicado, dado que el número de fishes se ha
reducido significativamente. Los sigue habiendo, pero son más difíciles de
encontrar.
Si no hay fishes, significa que
hay más jugadores expertos y, por tanto, no resultará tan sencillo encontrar
una mesa donde haya novatos y donde resulte fácil llevarse el bote. Pero
vayamos por partes.
Si no sabes qué es un fish en
póker, pronto deberías saberlo porque es el concepto básico que todo aficionado
al póker debe manejar. “Fish” en póker no es más que un mote, un apodo que
sirve para etiquetar a los jugadores inexpertos de las mesas. Los sharks,
apodo empleado para designar a los jugadores experimentados, son capaces de
identificar en poco tiempo a los fishes, ya que se suelen delatar solos con
pequeños detalles corporales y de conducta.
Por ejemplo, un fish en póker
suele ser demasiado hablador, o entretenerse en las jugadas, o hablar con el
croupier. Para muchos jugadores, sobre todo los que tienen un carácter más
serio, si les preguntases qué es un fish en póker te responderían que son
jugadores chapuceros, charlatanes prepotentes que les gusta chulear pero
que no saben jugar al póker. Y tienen razón, aunque no todos sean realmente así.
Y es que un fish en póker suele
ser un jugador que habla mucho, que se entretiene con el croupier, que realiza
subidas de apuesta muy exageradas y que maneja incorrectamente las fichas. En
cuanto cogen algo de seguridad suelen ser algo faltones, se les nota
subidos, algo pretenciosos y tratan de jugar cada mano, algo que les delata
enseguida. Además, los menos experimentados incluso son groseros con el
croupier o con el resto de jugadores, algo que en una mesa de póker es
inaceptable.
La jerga en póker es muy
específica y maneja unos términos muy concretos para referirse a perfiles,
jugadas o acciones que tienen lugar durante una partida de póker. Para
referirse a los jugadores inexpertos o novatos se suelen utilizar dos términos,
“fish” y “donkey”, aunque en realidad tienen poco que ver y hacen
referencia a tipos de jugadores muy diferentes.
Un fish en póker es un jugador
principiante, que por su escasa experiencia comete errores y que se está
curtiendo con el fin de dejar de ser un novato. Todos los jugadores han pasado
por ahí, ya que nadie nace siendo un profesional del póker.
En cambio, un donkey es un mal
jugador. Uno que, aparte de tener poca experiencia, no sabe jugar bien lo
poco que sabe. Son jugadores muy ligados a vaivenes, a cambiar de estilo de
juego. Precisamente por su estilo son irritantes para los jugadores
experimentados, y algunos han llegado a perder los nervios con esta clase de
jugadores torpes y entrometidos.
Aunque hemos hablado de la
importancia de que no se extinga el fish, el póker no necesita a los donkeys,
puesto que no son jugadores imprescindibles para mantener el equilibrio en las
mesas. Los donkeys son molestos, auténticos expertos en poner a prueba la
paciencia del jugador más tranquilo. Si te encuentras a uno en la mesa, no
pierdas los papeles y trata de aprovechar la situación. A lo largo de la
partida siempre se pone a tiro unas cuantas veces, y ni siquiera se da cuenta.
¿Y si comparásemos a ambos
jugadores cara a cara en un épico duelo de póker: fish vs donkey? El jugador
novato contra el torpe. Ambos tienen aspectos en común, como su
inexperiencia o su impulsividad, solo que el primero puede acabar
convirtiéndose en un buen jugador de póker, mientras que el segundo es poco
probable que lo logre.
Si tuviéramos que comparar sus
técnicas en el póker, fish vs donkey sería un duelo en el que el burro tendría
todas las de perder. Y decimos esto porque un fish durante el póker no juega
a ciegas: sabe lo que se hace, aunque obviamente no lo sabe todo y por eso
es muy probable que acabe siendo desplumado si está en una mesa llena de
sharks.
En cambio, es común que un
donkey piense que todos los jugadores van de farol, que no tienen nada. Ni
siquiera entienden por qué puedes llegar a subir en el preflop. Se delatan
solos y son ideales para aprovecharse y aumentar tu bankroll, así que ponte las
botas.
Encontrarse un fish en una mesa
de póker es algo que atrae a muchos jugadores, aunque es recomendable seguir
una técnica específica para sacar todo el provecho de su presencia. Es fácil
detectar a un fish en el póker porque en las mesas donde están suelen
haber muchos botes múltiples. Esto sucede porque existen muchos jugadores
exertos con ganas de sacarle hasta el último céntimo al fish.
Sin duda, esta es una de las
estrategias más usadas y que mejor resultado dan cuando hay un fish en la mesa.
Además, actúa como una señal para indicar a otros jugadores que estén
buscando mesa que ahí hay un fish del cual se pueden aprovechar.
Esto, por ejemplo, también es un
indicativo del tipo de jugador que puebla la mesa. Por ejemplo, en las mesas de
póker donde haya jugadas inexplicables, pero estén rodeadas de jugadores
echando un vistazo te podrías encontrar con un épico duelo de principiantes de
póker: un fish vs donkey, pez contra burro. Enfrentamiento de novatos
que actúa de reclamo para los tiburones, que huelen sangre y están esperando a
que sus presas se despedacen para tratar de unirse a la mesa y sacarles más
dinero aún.
Puede que te encuentres con un
fish demasiado agresivo. Es poco común, pero los hay. En estos casos, trata
de pasar alguna vez con manos de póker fuertes para enganchar al fish y a otros
jugadores. Puedes hacer, por ejemplo, un movimiento de check and call si
la apuesta es muy grande, aunque para definir una mano o aislarnos contra
el fish será necesario hacer un check and raise. Hay veces, como con las dobles
parejas, que es mejor aislarse del fish. Es necesario estudiar el juego del
pececillo y detectar sus atisbos de impulsividad (que seguro tendrá) en el
momento adecuado para tratar de averiguar qué tipo de fish es.
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