En las partidas de póker y otros
juegos físicos, la figura del crupier es fundamental para garantizar el buen
desarrollo de la partida y contar con un repartidor que conozca al dedillo las
normas en caso de conflicto. También es una figura que vela por el adecuado
desarrollo de las partidas, y es quien dirige el ritmo del juego.
Desarrollar una carrera
profesional como crupier es posible. Para ello, se debe contar con la adecuada
formación, cumplir una serie de requisitos y disponer de la
correspondiente certificación que habilite el crupier para ejercer en un casino
o una sala de juegos.
Un crupier de casino es una figura indispensable para el
buen funcionamiento de cada mesa de juego. Y para eso, hay que formarse. Un
crupier se encarga de:
Para ello se requiere atención, capacidad de concentración,
destreza manual y agilidad en el cálculo mental. Por eso, los requisitos que se
piden para formarse como crupier incluyen:
Ahora que sabes lo que hay que
hacer para ser croupier, es indispensable que conozcas el día a día de su
trabajo. Hay situaciones que pueden escapar al control del crupier,
momentos en los que hay que transmitir del mismo modo la calma y serenidad que
ha transmitido a lo largo de toda la partida.
Porque una de las obligaciones
del crupier es asistir a los jugadores y ayudarles en todo lo que sea posible.
En caso de duda o de recibir alguna petición fuera de lo común, el crupier
siempre puede pedir consejo al supervisor, que se encargará de proporcionar
la mejor solución.
Conviene recordar que un crupier
es la cara visible del casino, y el casino siempre busca ofrecer un
trato inmejorable a sus clientes para que estos estén contentos y sigan
disfrutando del juego. Si el crupier no está a la altura, la experiencia del
usuario se puede venir abajo.
Otro aspecto importante sobre el
desempeño del trabajo de crupier es la formación constante. Esta debe estar
actualizada para que estos profesionales conozcan cómo detectar las trampas más
modernas y evitar prácticas fraudulentas en el casino. No hay que
olvidar que la picaresca siempre suele estar a la orden del día, por eso es
indispensable que el crupier sepa detectar estas prácticas y ponerles fin en
caso de que se produzcan.
Para ser un buen crupier es
fundamental combinar buena presencia y don de gentes con formación
especializada, así como dotes matemáticas y manuales. Si bien durante la
formación se pueden mejorar estas aptitudes, es importante partir de una buena
base para llegar a ser un buen crupier.
Una cosa que hay que entender
sobre el crupier es que no se trata de una figura hierática. Estamos
ante un profesional que se encarga no solo de velar por el buen funcionamiento
de la mesa, sino que es el profesional del casino más cercano que va a tener el
jugador durante la partida, por lo que será el que recibirá los comentarios,
sugerencias y peticiones de los jugadores de la mesa.
Una vez incorporado al mundo
profesional, hay toda una red de casinos en los que es posible desenvolverse y
crecer como crupier. El salario medio que percibe un crupier está en torno a
los 18.000 euros brutos anuales, propinas e incentivos aparte.
Por tanto, se trata de un salario
base atractivo para quienes deseen comenzar su trayectoria profesional en
las mesas de juego. En función del casino en el que se encuentren trabajando,
las condiciones de su contrato y otros puntos a concretar por la propia casa,
la cantidad puede ascender en base al rendimiento del crupier, su horario y las
mesas atendidas.
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