El concepto de “póker seco” o
“flop seco” en póker es algo que puede arquear más de una ceja. Porque hablamos
de un término relacionado con la textura, y si no sabemos qué es la
textura difícilmente entenderemos qué es una mesa seca de póker.
Cuando hablamos de textura, nos
referimos a una palabra que se refiere a la manera en la que se exponen las
cartas comunitarias y su manera de lucir y ser percibidas. Normalmente
se aplica al flop, pero no es algo exclusivo del mismo.
Conocer la textura del flop
nos puede ser de ayuda a la hora de tomar decisiones con respecto a nuestra
mano. ¿Hacemos fold? ¿Raiseamos? ¿Nos conviene hacer call, o es mejor ir
all-in? Todo esto es algo que se puede medir con la textura.
La textura de la mesa dependerá
de los proyectos que permitan las cartas comunitarias, es decir, de las
posibilidades de juego que haya en función de lo que den el flop y las calles
posteriores.
Esa capacidad para medir la
textura de la mesa y las posibilidades que ofrecen las cartas comunitarias
tiene un impacto directo en nuestra toma de decisiones. Si no medimos la
textura de la mesa, es imposible decidir con criterio.
Para saber las posibilidades que
tenemos con nuestras cartas de jugador, debemos medir la textura de la mesa. Si
tenemos pocas o ninguna posibilidad, hablamos de una mesa seca de póker. En
cambio, si ofrece juego y se presta a la acción, hablamos de un wet flop
o de mesas mojadas.
Las mesas secas son aquellas en
las que, por las características de las cartas comunitarias, es imposible que
ningún jugador haya podido ligar un proyecto, algo que puede suceder cuando no
hay cartas conectadas en los flops. Eso permite intuir lo que han podido
conseguir (o no) los rivales, haciendo que hagamos una lectura completa de la
mesa. Una mesa seca nos indica que hay altas probabilidades de que los
rivales tengan manos basura.
Pero las mesas mojadas son
diferentes. Se prestan a la acción, pero no hablamos necesariamente de cartas
buenas o malas. Hablamos de cartas comunitarias que se conectan de tal
forma que brindan oportunidades excelentes para ligar proyectos de color o
escaleras.
Ahora que sabemos qué es un flop
seco y un flop mojado, ahondemos en esta cuestión. Una board seca es una mesa
seca, que hace referencia a una tabla que impide los empates o que solo permite
unos pocos de manera muy excepcional. Una mesa seca es sinónimo de flop
porque tienen las mismas consecuencias. Si el flop no ofrece posibilidades, la
mesa en general tampoco lo hará.
Un dry pot o bote seco es un
side pot con poco dinero. Hablamos de “side pots” para referirnos a
aquellos botes creados por jugadores que van all-in y el resto de los jugadores
activos siguen jugando la mano.
El dry pot se da cuando un jugador
que tiene pocas fichas apuesta all-in, y varios de los rivales ven la apuesta
con la intención de eliminar al que juega con menos fichas (el conocido como
“short-stacked”). También pueden ver la mano para continuar jugándola, pero en
un bote al margen.
Para determinar la textura del
flop, hay que fijarse en tres aspectos básicos: la cantidad de cartas
que hay del mismo palo, cómo de conectadas están esas cartas y cuántas cartas
altas hay en la mesa.
Teniendo en cuenta cuántas
cartas del mismo palo hay es posible dilucidar si cabe alguna posibilidad
de ligar proyectos de color dentro del flop. Dos cartas o más del mismo palo es
mala señal si hemos conseguido ligar una buena jugada, pero no tenemos cartas
de ese palo.
Saber cómo de conectadas están
las cartas nos permite analizar si hay alguna posibilidad de ligar
proyectos de escalera o si hay algún proyecto ya completado.
Sabiendo cuántas cartas altas
hay en la mesa, podemos saber cuánto le gustan a los rivales jugar con
estas cartas. A más carta saltas en el flop, más alta es la probabilidad de que
alguno de los rivales haya conectado.
Un flop seco es la mejor manera
que se nos puede presentar de robar a un jugador tight. Para esta clase
de jugadores, un flop seco es un arma de doble filo porque, cuando no tienen
experiencia, tienden a verse en una situación comprometida cuando están ante
una board seca y juegan con combinaciones altas o parejas medianas. A no ser
que esté muy curtido, suele ser sencillo dejarlos fuera de la mano porque el
jugar tight es un hándicap que juega en su contra en una mesa seca de póker.
Cuando el flop les va bien son
jugadores que no suelen medir el potencial de sus cartas y no exprimen todas
las posibilidades que la mano les ofrece, no obteniendo toda la rentabilidad
que pudieran.
Un flop seco favorece casi
siempre a jugadores con parejas altas porque hay una probabilidad muy alta de
que continúen arriba en toda la mano y mantengan su posición de fuerza, además
de porque los jugadores que no hayan ligado pueden acabar fuera de la mano
en el flop por ver precisamente la falta de posibilidades de sus cartas.
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