¿Qué es un risk taker? 5 características que demuestran que lo eres

En el mundillo de las apuestas deportivas se le llama risk taker al apostador que asume más riesgo del necesario en sus apuestas deportivas. Lejos de ser un jugador incompetente o temerario, se trata de un apostador que es consciente del riesgo que corre y que sopesa las probabilidades que tiene para realizar una apuesta agresiva.

Con ello, consigue ampliar el margen de posibilidades a la hora de obtener un beneficio adicional en caso de acertar. Sin embargo, mantener en el tiempo una serie de apuestas agresivas pone en riesgo al apostador, por lo que es necesario medir cada movimiento y tener en cuenta el volumen de la cuota en cada caso.

Qué es un risk taker



Un risk taker puede ser un jugador que sume un riesgo mayor del habitual en una apuesta, un jugador agresivo por naturaleza o un jugador que decide realizar apuestas con más margen de error de manera puntual en eventos señalados, en función de las circunstancias de cada caso.

También puede ser una combinación de estos tres rasgos, dando como resultado un apostador que, por naturaleza, realiza apuestas agresivas.

No hay una estrategia clara o un rasgo específico que delate a un risk taker. Es, simplemente, alguien que decide asumir riesgos de manera natural en una apuesta deportiva.

Un ejemplo lo tenemos en aquellos apostadores que deciden incluir un banker en sus jugadas. Añadir un banker supone crear una apuesta combinada dentro de otra combinada, aumentando el premio potencial, pero haciendo que sea más peligroso al exponerse a pérdidas mayores.

Otra manera de descubrir a un risk taker es mediante un underdog. Apostar al underdog es arriesgado y es algo que solo los apostadores con ganas de asumir riesgos hacen. Si encuentras un apostador que lo haga, podrías llamarlo risk taker sin dudarlo.

Las apuestas underdog son apuestas que se realizan con una nula posibilidad de éxito. Son las que tienen menos posibilidades de salir bien pero que se mantienen en el margen de lo factible. No hay que confundir una apuesta al underdog con hacer overbetting, algo que explicamos más abajo.

Aunque los beneficios potenciales de las apuestas agresivas están ahí, en realidad un chalk player cuenta siempre con más probabilidades de crear un flujo de beneficios más constante, aunque reducido.

Un chalk player es todo lo opuesto a un risk taker: se trata de un perfil de apostador que lleva a cabo apuestas de una manera muy conservadora, evitando asumir riesgos y minimizando siempre las pérdidas.

Condiciones que debes cumplir para ser considerado un risk taker



Decíamos al principio que un risk taker no es lo mismo que un apostador imprudente. La diferencia entre uno y otro está en que el primero es consciente de los riesgos que corre y de las probabilidades que tiene de perder la apuesta, mientras que el segundo normalmente no sabe realmente el alcance de su jugada.

No todo son ventajas de un estilo de juego agresivo. Para empezar, un risk taker es comedido, paciente y analítico. Sabe en todo momento qué posición ocupa su jugada y cuál es el porcentaje de victoria.

Por eso se dice que un risk taker es un apostador experimentado, dado que un principiante muchas veces comete errores de juego agresivo por ignorancia, no por voluntad propia. Un riesgo accidental o imprudente no es válido para ser considerado un rasgo propio de un risk taker.

Por otro lado, un risk taker es un apostador que no siempre tiene por qué mantener el mismo nivel de agresividad en todas sus jugadas. Aunque por norma general un risk taker suele mantener un nivel de agresividad medio más alto que el del resto de apostadores, no siempre tiene por qué hacerlo si considera que su jugada excede el umbral de riesgo que considera válido.

Lo que nunca hace un risk taker es lanzarse a cuotas muy improbables. Además, otro rasgo característico es que un risk taker auténtico fija stakes reales de apuesta antes de jugar, y bajo ningún concepto realiza overbetting.

El overbetting es un concepto que hace referencia al hecho de apostar por encima de tus propias posibilidades; es decir, una apuesta suicida. Un risk taker asume riesgos, pero nunca apuesta más allá del umbral de riesgo que considera más seguro, por lo que es un tipo de jugada que queda fuera de lo que hace un risk taker de verdad.

En aquellas ocasiones en que la apuesta falla y el apostador sufre pérdidas, jamás intenta recuperarlas con una apuesta el doble de agresiva. Eso es un error de novato, aplicable a apuestas deportivas, póker y cualquier otro juego en el que se realicen apuestas con dinero o fichas. Nunca hay que intentar compensar una pérdida con un doble o nada porque el riesgo de que salga mal es muy alto.

Si cumples estos rasgos, eres un apostador calmado que contempla la posibilidad de perder con una apuesta arriesgada, pero que nunca toma riesgos de más, evita el overbetting y tienes la suficiente experiencia como para analizar con éxito la situación deportiva del momento (y, sobre todo, mantienes un nivel de riesgo medio-alto en tus apuestas de manera recurrente), entonces puedes ser considerado un risk taker.

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