El poker es uno de los juegos más demandados y populares en cualquier casino. El motivo de la enorme fascinación que despierta se encuentra, principalmente, en la capacidad que presenta para combinar el azar y la estrategia. Ambos elementos son inseparables en este juego, solo los que consiguen equilibrar estas dos fuerzas obtienen los mejores resultados en sus partidas.
La suerte y la habilidad son dos conceptos, en principio alejados, que a través del poker consiguen enlazar sus fuerzas para proporcionar partidas intensas, divertidas y emocionantes. En este artículo se van a considerar las diferencias entre un concepto y otro para después equilibrarlos.
Una vez que se entiende cómo optimizar estas dos características intrínsecas cuando se unen en una partida, se podrá ejecutar lo aprendido en esta sala de poker, que es todo un referente online y presenta una amplia variedad de opciones de juego. En esta plataforma se competirá contra usuarios de todo tipo, es muy fácil e intuitiva de manejar, además la seguridad tanto en las transferencias económicas como en el tratamiento de los datos está plenamente garantizada.
Es fácil de comprender que el azar en este juego de cartas se manifiesta principalmente en el reparto de las cartas, aunque hay otros factores que también intervienen.
Como ya se ha comentado brevemente, aquí se percibe la mayor cantidad de la suerte que se repartirá durante cada partida. Las cartas que se reciben, tanto en la mano inicial como las que se van a ir revelando en las rondas posteriores (flop, turn, river), serán absolutamente azarosas. La suerte será la única protagonista de estos movimientos.
Este factor indica que el jugador puede ganar o perder en dependencia de que la balanza de la suerte se incline para un lado o para el otro. Por ejemplo, podrá tener la suerte de ganar con una mano débil, gracias a que en el river se reciba la carta que se necesita.
Aunque se jueguen las peores partidas, los errores de otros jugadores podrán beneficiar al jugador, aunque también puede darse el caso contrario, es cuestión de azar.
Como norma general, la suerte determina en gran medida los resultados, por lo que es posible que jugadores novatos ganen a profesionales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la suerte tiende a desaparecer en el largo plazo, prevaleciendo resultados positivos en aquellos que han dominado el juego con estrategias eficaces.
Como se acaba de comentar, las estrategias, la práctica, la habilidad en el juego… permitirán que se sucedan las victorias. Estos elementos, separados del azar, hacen referencia a una combinación de conocimientos matemáticos, psicológicos, disciplina, práctica y buena capacidad para la gestión de riesgos.
Bajo este concepto se incluyen tanto el cálculo de probabilidades como los outs, es decir, las posibilidades de que las cartas que lleguen mejoren la mano que se tiene. Así mismo, en las fórmulas a manejar, también habrá que considerar el valor esperado de una jugada (EV) y la comprensión de la relación entre el tamaño del bote y el coste de una apuesta (ODDS).
La lectura de los oponentes tiene un alto grado de psicología, y es una capacidad que se adquiere con la práctica y la atención. Con esta facultad, se podrá deducir la fortaleza de una mano en un contrincante según su comportamiento y patrones de juego. Los jugadores más hábiles consiguen optimizar esta habilidad para detectar debilidades mentales en sus rivales.
Es importante, si se quieren obtener éxitos en este juego, dar un paso más allá y conseguir adaptarse y ajustarse a las más variadas situaciones y estilos de juego. Esto se consigue con práctica y disciplina, la experiencia y el autocontrol ofrecerán información y se sabrá qué actitud tomar, si ser agresivo o conservador y, sobre todo, ayudará a mantener la calma bajo presión para no ofrecer información al resto de jugadores. No son pocas las guías, apps de poker y expertos que ofrecen su ayuda online en este sentido, seguirlos no es una mala estrategia para un jugador serio.
Por último, otra de las habilidades esenciales para ganar al poker en el largo plazo será una óptima actividad relacionada con el fondo de juego o bankroll. El buen jugador deberá saber tomar decisiones acertadas sobre la cantidad de dinero que debe arriesgar en una mano específica o en una ronda de partidas, teniendo en cuenta factores como la varianza y las probabilidades.
Es posible llegar a equilibrar con acierto estos dos valores fundamentales en toda disciplina de poker. Es importante saber, en este sentido, que la suerte prevalece en los primeros compases de una sesión de juego. Sin embargo, a medida que el número de manos se suceden, la habilidad irá adquiriendo mayor importancia.
Por lo tanto, en sesiones cortas o torneos individuales, la varianza podría dar resultados inesperados mientras que, en el largo plazo, los profesionales suelen llevar la voz cantante y ganar más partidas.
En definitiva, cuanto más tiempo se juegue, más importancia tendrá la habilidad y las estrategias. Así mismo, en mesas con muchos jugadores, habrá que detectar cuáles son los más débiles y explotar los errores que puedan cometer. Si el nivel de la mesa es elevado, el azar vuelve a subir de categoría, ya que la experiencia y las habilidades están bien repartidas.
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