La extinta y después resucitada Telltale,
responsable de algunas de las mejores aventuras gráficas de la última década,
corrió con la responsabilidad de desarrollar y mantener este juego de póker a
principios de la década pasada. A día de hoy, su título basado en este juego es
toda una obra de culto muy apreciada por los amantes del póker y del ocio
interactivo.
Su premisa era la de acercar el
mundo del póker a un sector algo más casual, utilizando avatares y otras
figuras para jugar mientras se disputaba la partida de póker.
Su estilo de juego tan marcado,
un diseño artístico único marca de la casa y una mezcla de géneros hizo que Poker
Night fuese toda una institución desde su lanzamiento, a pesar de arrastrar
ciertos problemas técnicos que fueron subsanados con el tiempo.
No ha sido fácil trasladar las
virtudes del póker al plano del ocio electrónico, pero lo cierto es que
han existido proyectos que han permitido a los jugadores combinar lo mejor de
los videojuegos con otro tipo de diversión, haciendo del póker el principal
protagonista de la partida.
Telltale Games, que se
declaró en bancarrota hace pocos años y que a día de hoy ha revivido gracias al
empeño de parte del equipo original (actualmente se encuentran desarrollando la
segunda parte de The Wolf Among Us), fue durante la década pasada todo
un referente en el sector de las aventuras gráficas.
Pero, antes de que la compañía
diera el do de pecho con las aventuras de Clementine en las aventuras basadas
en The Walking Dead, la empresa desarrolló el que es, a día de hoy, uno
de los mejores juegos de póker que se recuerdan: Poker Night at the Inventory.
La estética llamaba poderosamente
la atención, con un estilo caricaturizado que, no obstante, captaba fielmente
la esencia de las timbas de póker y permitía dotar a las sesiones de juego de
una enorme variedad. Pero no era eso lo que atrajo a miles de jugadores a este
título.
La baza de Poker Night at the
Inventory era precisamente la honestidad y transparencia con la que permitía
jugar, huyendo de triquiñuelas y presentando una serie de partidas
tremendamente serias, a pesar de lo que su estética parecía indicar. Por
tanto, se trataba de un título en el que aprender resultaba más sencillo, pero
también cada jugador sería juzgado en base a su estilo de juego, sin medias
tintas ni concesiones de ninguna clase, lo que hacía que los jugadores se
afanasen siempre a ir un paso más allá, ampliando conocimientos de póker y
mejorando su juego.
A día de hoy hay alternativas que
imitan el respeto que Poker Night trajo al póker en los videojuegos, pero en su
momento era de lo más novedoso. Todo comenzaba con lo básico: creación de
perfil, elección de avatar y unos ajustes para que la experiencia fuese 100%
personalizada.
Pero la cosa sorprendía cuando se
empezaba a jugar. El título acabó siendo un tutorial muy recomendable para
quienes nunca habían jugado al póker, e incluso algunos jugadores mejoraron su
estilo conforme avanzaban en las partidas.
Y ahí está la otra clave de Poker
Night at the Inventory: ofrecía la experiencia de póker que cada tipo de
jugador buscaba, sin perder en ningún momento el respeto por un juego que era
tomado muy en serio en cada pantalla.
Lo que más se necesitaba para
empezar a jugar era paciencia, ya que el juego se tomaba la molestia de
enseñarnos los fundamentos de una partida de póker y las diferencias entre los
diferentes estilos que tocaba Poker Night. Era, además, una forma muy accesible
de empezar para todo aquel que no supiera cómo jugar a Poker Night at the
Inventory. Un sistema que ha servido de inspiración para otros títulos
posteriores, como Prominence Póker, otro de los grandes exponentes del género.
El juego dispone de una interfaz
muy ágil y estaba pensada para que en los ordenadores no hubiese que recurrir
al teclado, haciendo del ratón el único controlador en las partidas.
Toda una proeza, si tenemos en cuenta su fecha de lanzamiento y las virguerías
que en muchas ocasiones hay que hacer para que los controles respondan con
soltura.
En cuanto a dificultad, el juego
rompió moldes en el momento fue lanzado debido a la integración de una Inteligencia
Artificial que se amoldaba al estilo del jugador, lo que hacía que, a pesar
de que no hubiese sustituto para los jugadores en directo, la partida fuese
capaz de presentar un nivel de dificultad acorde al del jugador para evitar que
las sesiones fueran injustas o no representasen el desafío esperado.
Una cosa que
hacía muy bien Poker Night at the Inventory es estructurar las partidas en
función de las preferencias del jugador. De hecho, para quien no supiera cómo
jugar a Poker Night at the Inventory, el juego ofrecía una serie de pantallas
específicas para familiarizarse con los controles y los estilos de juego, y
después permitía crear partidas de diversa duración para que los jugadores
pudiesen aprender a desenvolverse.
Las partidas
que incluía el juego ofrecían un desafío muy ajustado, con una curva de
dificultad que evitaba la frustración, pero fomentaba la superación de
cualquier perfil de jugador, haciendo que cada partida fuese única y el jugador
disfrutase de una partida que le incentivase a pulir su estilo.
Esto es lo que
diferencia a Poker Night de otras propuestas en el sector del ocio electrónico:
el respeto y seriedad con la que trata el juego a pesar de querer
hacerlo accesible en base a un sistema de reclamos para relajar el ambiente,
como los avatares o la variedad de escenarios. El juego también incluye
diálogos para amenizar las partidas, que consiguen meter en situación al
jugador sea cual sea la situación.
Un puntazo que
tiene el juego es que permite crear pequeñas fases de una partida para entrenar
determinados movimientos. Esto es muy útil a la hora de entrenar o
querer mejorar una determinada acción, por lo que todos aquellos usuarios que
quisiesen mejorar su estilo de juego encontraban en los distintos modos de
juego de Poker Night at the Inventory una herramienta ideal para mejorar poco a
poco e ir adquiriendo destrezas con el tiempo.
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