Rivalidades míticas en el póker: tres duelos que acabaron en pelea

En ocasiones, durante las manos finales de las partidas de más prestigio de póker la tensión se corta con un cuchillo. Y no solo se trata de fama, prestigio o dinero: el desgaste mental de algunas partidas es tan elevado que muchos jugadores se ven al límite y pierden los estribos cuando les vapulean sobre el tapete.

Sin embargo, nada justifica llegar a las manos. Las únicas manos que importan en el póker son las que formes con tus cartas, debiendo dejar a un lado cualquier intento de agresión a los rivales.

A continuación, vamos a hacer un repaso por algunos de los enfrentamientos más sonados que se produjeron durante o después de una partida. Unas partidas de póker que llegaron a las manos, literalmente.

Gus Hansen vs Theo Jorgensen

No vamos a hacer trampa: este enfrentamiento estaba pactado y fue una pelea honesta de boxeo que fue celebrada al finalizar una partida de póker. Aunque tras el combate ambos necesitaron pasar por el chequeo médico debido a las lesiones, finalmente fue Theo Jorgensen el que se alzó con la victoria y consiguió llevarse un premio en metálico de 35.000 dólares, lo que apostó con Gus Hansen antes de la pelea.

Fue una pelea de corte amateur en la que ambos hicieron lo que pudieron. Los púgiles más experimentados vieron muchas lagunas en la pelea, pero el combate consiguió reunir a la cantidad suficiente de seguidores como para que fuera retransmitido en redes.

Lo mejor de todo es que para este combate también se apostó. Los pronósticos daban como vencedor a Theo Jorgensen, y así acabó siendo.

Olivier Busquet vs JC Alvarado

En 2016, los jugadores de póker Olivier Busquet y JC Alvarado se vieron las caras en el ring de MMA. Fue un combate pactado pero que tenía su origen en una desavenencia, ya que querían resolver una disputa de seis cifras que se venía arrastrando desde varios meses atrás, por lo que el combate fue tenso.

Ambos peleaban realmente por el dinero. El combate se inició a las 19:00, hora local, en el Syndicate MMA Center de Las Vegas. Tras una serie de tres asaltos de dos minutos de lucha (que algunos califican de visceral y muy violenta), JC Alvarado estaba con la cara empapada en sangre y el ojo izquierdo hinchado.

El equipo médico tuvo que intervenir y dar por finalizada la pelea, declarando a Olivier Busquet como vencedor del combate y de la disputa de un cuarto de millón. Si bien JC Alvarado ya era un jugador de póker famoso desde hacía tiempo, su notoriedad subió como la espuma desde aquel combate en el que perdió un bote de 270.000 dólares (150.000 de JC Alvarado contra los 120.000 dólares de Busquet en esta prop bet).

Lex Veldhuis vs Bertrand “Elky” Grospellier

Ha llovido desde que tuvo lugar este combate. En 2011, Lex Veldhuis y Bertrand Grospellier, alias Elky, lucharon en un combate de kick-boxing como parte de su por aquel entonces promocionado concurso.

Celebrado en la plaza de toros de Marbella, en España, el combate tenía unas bases muy concretas: iba a terminar después de cinco asaltos de tres minutos cada uno, o bien por knockout.

Lex Veldhuis partía como favorito por su experiencia previa en enfrentamientos profesionales de artes marciales, y así fue. Finalmente, el combate duró solamente cuatro minutos, cuando Bertrand Grospellier recibió dos patadas en la cabeza en una rápida sucesión de golpes por parte de Veldhuis, dejándolo KO en la lona y siendo incapaz de ponerse en pie de nuevo.

Tras la disputa, ambos se declararon respeto mutuo y elogiaron su juego tanto sobre el tapete como fuera de él.

¿Por qué los jugadores de póker celebran combates de artes marciales?

Aunque lo más común es que estos combates se celebren como un mero reclamo comercial para atraer a los espectadores a un duelo relacionado con el mundo del póker, algunos jugadores de alto nivel se han rebajado un poco y, con tal de no aceptar la derrota, han preferido saldar sus diferencias en un combate.

La cosa habrá podido salir mejor o peor, pero normalmente todo jugador de póker que se ha enfrentado en un combate por un motivo u otro a su rival no ha repetido la experiencia, por norma general.

Lo cierto es que no hay muchos partidarios de llevar a un combate las disputas que se produzcan sobre el tapete verde. Para algunos es un síntoma de mal perder, y para otros simplemente es una fanfarronería fútil y vana. Lo que está claro es que estos enfrentamientos tienen audiencia y que son un reclamo para los seguidores de los participantes en la pelea.