En las apuestas deportivas es muy
común hablar de arbitrajes deportivos. Se trata de una técnica que
también se utiliza en mercados financieros y que tiene una traslación directa
al mundo de las apuestas.
Los novatos seguramente hayan
escuchado hablar de las estrategias de arbitraje y es posible que no tengan muy
claro qué es. Por dar una definición concisa, en el mundo de las
apuestas deportivas el arbitraje consiste en cubrir todos los resultados
posibles de un determinado evento, con la finalidad de que el resultado sea
positivo al término del mismo.
Pero hay dos requisitos para
hacer factible el arbitraje. El primero es la velocidad, ya que cubrir todos
los resultados exige ser rápido.
El segundo, disciplina,
porque se trata de una estrategia rutinaria que requiere cubrir el 100% de los
resultados.
Como decíamos, el arbitraje
consiste en cubrir todos los resultados posibles de un evento. En cualquier sector,
el arbitraje se realiza para que el resultado final sea siempre positivo.
El arbitraje está íntimamente ligado con el concepto de “apuestas seguras” o
“sure bets”, ya que el arbitraje consiste precisamente en crear un escenario
propicio para obtener ganancias mediante un evento calculado al detalle.
Para tomar la ventaja
característica que requieren estos eventos es necesario es necesario llevar a
cabo un cálculo de resultados previo para poder realizar esta
apuesta de forma segura y sin riesgos. Es decir, se prevén los resultados para
tomar la ventaja que se busca.
Una forma muy común de arbitraje
requiere apostar un resultado en un cambio, y después apostarlo contra otro. Es
un mecanismo básico que sirve para tomar esa ventaja que se busca. Es frecuente
poder realizarlo en cualquier momento, ya que las oportunidades de arbitraje
abundan y son frecuentes, pero la ventana para realizarlo es muy reducida y
tienden a desaparecer rápidamente, por lo que muchos usuarios interesados en
las sure bets tienden a contar con alguna herramienta para monitorizar estas
oportunidades y no dejarlas escapar.
Pero existe un escollo con esto,
y es que las apuestas de arbitraje suponen para las casas de apuestas pérdidas
en el 100% de las ocasiones. No hablamos de una técnica ilegal, pero sí
censurable en muchas casas de apuestas, por lo que conviene echar un
vistazo a las condiciones de uso de cada una, a fin de evitar que nuestra
cuenta acabe suspendida temporalmente o cerrada.
Para realizar una sure bet a
través del arbitraje en apuestas deportivas, hay que seguir los siguientes
pasos:
Una de las grandes incógnitas
sobre el arbitraje en apuestas deportivas es el cuándo. Detectar la ventana
de oportunidad para poder realizarla es fundamental, y por eso es necesario
estar pendiente de cuándo hacerlas, a ser posible sin herramientas de
monitorización que nos hagan incurrir posiblemente en una ambigüedad de la
normativa que nos puede salir cara.
Lo básico para saber si podemos
ir con una sure bet o no a través del arbitraje es ver que la apuesta tenga dos
resultados. Porque con una apuesta que no sea compatible con dos resultados es
imposible poder realizar los cálculos que te hemos comentado antes, de modo que
lo primero de todo es comprobar que podemos establecer márgenes de ganancias
factibles en una apuesta con dos resultados para examinar que nuestra
inversión sea menor que las ganancias esperadas.
Tanto para llevar a cabo los
cálculos que permiten establecer un baremo de ganancias, como a la hora de
determinar las posibles oportunidades de apuestas de arbitraje, el uso de una
calculadora o de una herramienta de software puede marcar la diferencia.
Si bien es posible que las casas de apuestas puedan limitar su uso, estas
herramientas existen y pueden ser empleadas para agilizar la localización de
estas oportunidades cuando tengan lugar.
Las calculadoras, por ejemplo,
permiten introducir las cuotas de cualquier mercado y determinar si existe una
oportunidad de arbitraje. Esto permite al usuario saber cuándo debe apostar
para garantizarse las ganancias y determinar el rango de beneficios con este
método.
Con las surebets no suele
importar el volumen de la inversión, siempre y cuando exista un beneficio. Si
por ejemplo el gasto total en apuestas es de 80 € pero se obtiene una ganancia
de 90 €, el balance es positivo por un margen reducido y se obtiene una
rentabilidad de 10 € gracias a la apuesta de arbitraje.
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