En tus primeras aproximaciones al
póker, seguramente te hayas limitado a entender lo que son las odds y cuál es
la utilidad de calcularlas, pero pronto el juego te exigirá que dediques más
tiempo y estudies más a fondo el papel de las odds, así como sus tipos.
Las odds implícitas son, por
ejemplo, un subtipo de odd que tienen en cuenta el tamaño del bote y el dinero
que podemos obtener en apuestas posteriores. Como todas las odds, están
para calcularlas, cuyo resultado determinará nuestro juego, así que te conviene
saberlo todo sobre las odds implícitas, cómo calcularlas y cómo dominarlas.
Como decíamos, las odds
implícitas son las probabilidades que tienen en cuenta no solo la magnitud del
bote, sino las potenciales ganancias a las que podemos aspirar en etapas
posteriores. Tienen un peso significativo en el póker Omaha High y High-Low,
sobre todo en sus variantes Pot Limit.
Al contrario de lo que muchos
piensan, dominar las odds implícitas requiere técnica. Esto es porque,
como veremos a continuación, se requieren varios pasos para proceder al cálculo
adecuado de las odds implícitas. Estos procesos los veremos detenidamente en el
siguiente apartado.
Existen situaciones en las que,
sin un stack que nos apoye, tendremos que basarnos en las pot odds para
justificar el pago de nuestras apuestas. Es decir, vamos sin nada que
justifique nuestra jugada. Esto es extremadamente delicado, casi como echar
una moneda al aire, ya que careceremos de los datos necesarios para
fundamentar nuestra decisión.
Las odds implícitas son de vital
importancia en los juegos No Limit, porque cuando entras en una mano,
puedes poner en juego todo su stack. Al no haber límite, arriesgas hasta tu
última ficha, y puedes verte fuera de la partida con una mala jugada.
Vamos al meollo de la cuestión.
Para calcular las odds implícitas, hay que seguir, a grandes rasgos, tres pasos
básicos: calcular las probabilidades a partir de las outs,
calcular las pot odds y hacer una estimación de cuánto nos puede llegar a pagar
el villano.
Las outs son cartas con el
suficiente potencial como para hacernos ganar la mano, es decir,
aquellas cartas que esperamos obtener para terminar nuestro proyecto y acabar
ligando la mejor mano.
Gracias a la conocida como “regla
del 2 y del 4”, esas cartas se pueden convertir en valores porcentuales. Cada
una de las outs se traduce en un 2% de completar una jugada de calle a calle
(del flop al turn y del turn al river), y en un 4% de completar la jugada
entre el flop y el turn.
A la hora de calcular las implied
odds, tenemos que tener en cuenta cuál es la apuesta que debemos igualar, y
cuál es la relación porcentual de ese call con el bote. Eso nos
permitirá saber qué probabilidades tenemos de ligar nuestra jugada objetivo.
Lo normal es que necesitemos que
las odds de completar nuestra mano sean mayores que la relación entre el bote y
la apuesta a igualar para justificar el call. Pero vamos a tener que considerar
además la cantidad de dinero que podemos ganar si ligamos la mejor mano
y hacemos que el rival nos pague, es decir, obtener una estimación de las odds
implícitas.
Cuando ya tenemos las pot odds, debemos
calcular cuánto dinero nos puede llegar a pagar el villano, ya que eso son potenciales
ganancias que debemos tener en cuenta. También calcularemos qué tanto por
cien de las veces lo pagaría, un dato importante.
Pero estos valores son
estimativos, por lo que son solo una mera referencia y no tanto un valor
matemático exacto en el que debemos basar nuestro juego. Además, este tercer
paso es el más complejo de todos, por lo que conviene que cojas con pinzas
ese valor estimativo.
Hay varios aspectos clave que
debes tener presente siempre a la hora de calcular las odds implícitas. Son los
siguientes:
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